Por Ana Carolina Valero Cortez, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Amamantar a un hijo, para muchas es la mayor expresión de amor que una madre pueda profesar a su hijo, arrullarlo y calmar su llanto al mismo tiempo que el pequeño sacia su hambre es un derecho que prohibirlo sería lacerante para ambas partes, sin embargo, para Ixchel Villarreal, una joven madre universitaria ese derecho se vio violentado, pues la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) no es una institución incluyente con los hijos de sus estudiantes. A través de un video publicado en las redes sociales, Villareal hizo público su reclamo, la activista local y egresada de la carrera de Psicología denunció un supuesto acto de discriminación dentro del Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA) por amamantar a su bebé en uno de los edificios. Después de que Villareal pidiera informes para poder ingresar a la maestría, Melquíades, de 10 meses, empezó a inquietarse, el calor sofocante de la ciudad y el hambre provocó en el pequeño malestar; un sofá dentro de un edificio con aire acondicionado parecía el lugar perfecto para amamantarlo y calmar su desosiego. Unos quejidos bastaron para que dos catedráticas de la universidad abandonaran sus cubículos para interrumpir la lactancia, argumentando que una institución educativa no es lugar para tener a un niño, que era un distractor molesto para los estudiantes y que además, no era el “espacio” correcto para amamantarlo. El video de denuncia tuvo tanto impacto que rápidamente empezaron a ventilarse acontecimientos de intolerancia tanto de maestros como de alumnos hacia las madres que por necesidad o gusto asistían con sus hijos a clases, de igual forma, surgieron comentarios reprobatorios apoyando la postura de las docentes.