EL PASO— En un ambiente lleno de folclor mexicano, cubierto por letreros de agradecimiento y veneración, coloridas flores de varios tamaños junto con múltiples veladoras adornan el afamado altar de el “ángel de los pobres”, mejor conocido como Malverde, santo venerado por narcotraficantes e inmigrantes mexicanos.
La historia de Jesús Malverde comenzó en el estado de Sinaloa, México el cual le dio el apodo de “El Rey de Sinaloa”. Su nombre real fue Jesús Juárez Mazo nacido en Sinaloa en un pueblito llamado Mocorito. Hay versiones que indican que era ferrocarrilero y otros que trabajaba como albañil, y que los magros salarios que recibía lo llevo a volverse un bandido reconocido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres; una especie de Robín Hood mexicano.
A pesar de que su historia es muy conocida a lo largo de las fronteras del Norte como Chihuahua, Sinaloa, y Sonora, es una leyenda a voces que hasta hoy en día no ha podido ser constatada. Su admiración ha sido aclamada como un culto católico con rezos y oraciones que piden a este santo, no reconocido por la Iglesia Católica, protección contra los diferentes carteles y buena fortuna en negocios relacionados con la droga.
Tanta ha sido su reputación como Santo de los Narcos qué tiene su propia oración;
“Hoy ante tu cruz postrado ¡Oh Malverde!, mi señor, te pido misericordia y que alivies mi dolor. Tú que moras en la gloria y estás muy cerca de Dios, escucha los sufrimientos de este humilde pecador. ¡Oh Malverde milagroso! ¡OH señor!, concédeme este favor y llena de gozo mi corazón. Dame salud, señor de mi reposo, dame bienestar y seré dichoso”, (El Universal 2006).
Su misticismo ha obtenido gran auge dentro del narcotráfico desde los años 70 cuando, de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, el capo Julio Escalante mandó matar a su hijo Raymundo por realizar negocios sin su consentimiento, fue ahí cuando Raymundo se encomendó a Malverde y se salvó.
Desde ese entonces, importantes narcotraficantes como, Rafael Caro Quintero o Amado Carrillo Fuentes comenzaron a seguir su culto y acudir a su capilla, localizada en Culiacán, Sinaloa dónde este fue sepultado en 1909, después de haber sido colgado de un mezquite por el gobierno mexicano. A su vez, otras capillas han sido levantadas por medio del narcotráfico que van desde la ruta de Colombia, Sinaloa hasta Los Ángeles, Estados Unidos donde se encuentra la última de sus capillas principales.
Hoy en día existen leyendas, una obra de teatro, dos películas, canciones y corridos norteños que relatan su historia y su fama interpretados por varios grupos comerciales como Los Cadetes de Durango, La Banda Nueva de Culiacán, Los Jilgueros del Norte o Los Tigres del Norte entre muchos otros.
Así mismo, personas que han sido beneficiadas por sus milagros mandan hacerle este tipo de canciones como acto de agradecimiento ante sus plegarias. Su culto ha logrado tanta popularidad que ha sido divulgado hasta el centro de México donde hasta en mercados se encuentran jabones, lociones, dijes, rosarios y veladoras especiales para honrar su culto y ser gratificado por este aclamado santo.
“Las personas llegan aquí y buscan cosas de Malverde como jabones y lociones que sirven para atraer el dinero, solo tienen que tenerle fe para que este santo les cumpla el milagro,” dice Úrsula Mendiola, vendedora en el mercado en Apan, Hidalgo México.
Este local es considerado una tienda naturista a simple vista, pero nada más basta con acercarse un poco para observar que se trata de una tienda mística o de brujería, donde se encuentran desde imágenes de Jesús Malverde hasta estatuas de la Santa Muerte. Una vez dentro se puede percibir el olor a hierbas, perfumes de arbolaría, y la mala vibra que deja el cuestionamiento de la brujería negra. “Aquí puedes encontrar brujería para envenenar a alguien hasta para enamorarlos, normalmente la gente viene por amarres o venganzas,” dice Mendiola.
Es posible que el “Patrono de los Narcos” tenga o no cierta divinidad, basta con rezarle una oración, expresar un pedido, rezar 3 Padres nuestros y 3 Aves marías, encender velas y colocar 3 piedras de un camino para así completar el rito.
Son muchos los mitos que se cuentan a lo largo de las fronteras de México, pero a ciencia cierta no se sabe si este místico personaje cumple o no con las plegarias de sus seguidores. Lo que sí es un hecho es que sus capillas son ejemplo perfecto que ha habido respuestas a las súplicas, o por lo menos así lo creen los seguidores que han forrado las paredes con dólares y pesos en agradecimiento.
Juan Carlos López Sánchez originario de Lázaro Cárdenas, Hidalgo, México ha sido fiel devoto de Jesús Malverde desde hace 4 años cuando al verse ante una complicación se vio en la necesidad de rendirle culto. Desde entonces el fervor que le tiene es notable ya que en su sombrero y su cinturón muestra una imagen en plata de este personaje. “Creo en Malverde porque es el santo de la gente poderosa no por nada los grandes creen en él, a mí me ayudó cuando lo necesité. No sé si fue casualidad pero aquí estoy” dice López Sánchez.
Cuenta que Malverde le ha dado salud, dinero y prosperidad en los negocios. López Sánchez, quien se dedica al campo, está sujeto a las inclemencias del tiempo. El campo es un trabajo pesado en México y muchos campesinos o hacendados, como López Sánchez, dicen contar con solo su fe para que sus cosechas del año sean exitosas.
“Hay mucha gente que le es fiel que no tiene nada que ver con el narcotráfico, solo porque está de moda traer botas y sombrero no significa que seamos narcos,” dice López Sánchez.