Negocios juarenses huyen cuando clientes dejan de tocar a sus puertas

More

Una sucursal del restaurante Barrigas recientemente cerrada estaba localizada en Plaza las Torres, Avenida Las Torres, Ciudad Juárez. (Courtesy of El Diario de Juárez)

Una sucursal del restaurante Barrigas recientemente cerrada estaba localizada en Plaza las Torres, Avenida Las Torres, Ciudad Juárez. (Courtesy of El Diario de Juárez)

EL PASO – Durante los últimos tres años, los empresarios de Ciudad Juárez han vivido con el miedo de ser víctimas de la violencia que se ha apoderado de su ciudad. De acuerdo con la Cámara de Comercio de Juárez, más de 10,000 negocios en la ciudad han cerrado durante los últimos tres años debido a la violencia en  la ciudad.

En una atmósfera que impide que cualquier negocio crezca, algunos empresarios han decidido ir en busca de mejores oportunidades en los Estados Unidos.

Este es el caso de Inglés Individual, una franquicia de escuelas que abrirá sus puertas en El Paso en julio.

“Si la situación no fuera tan dificil en Juárez, yo me hubiera quedado allá”, dijo Gustavo González, quien fundó Inglés Individual en noviembre de 1985, junto con sus hermanos, esposa y cuñadas.

González actualmente está buscando un espacio en el lado este de la ciudad para abrir el negocio. Planea invertir aquí aproximadamente $300,000 en el negocio.

Hasta ahora, solo ha existido una sucursal de Inglés Individual en los Estados Unidos, ubicada en Houston. A lo largo de México el instituto cuenta con sucursales en Chihuahua, Torreón y Tijuana. En 1993, Inglés Individual se convirtió en franquicia, lo cual permitió un crecimiento más rápido en todo el país. Para el año 2000, había más de 80 franquicias en todo México. Juárez tiene actualmente tres escuelas de Inglés Individual, propiedad de la familia González.

“El primer paso es abrir un instituto aquí en El Paso, quizá dos más. Uno por uno, después pensaremos en el segundo y el tercero”, dijo González. “Luego nos queremos expandir un poco más, pero bajo el sistema de franquicias, será complicado debido a las licencias. No veo un periodo de más de cinco años para iniciar el sistema de franquicias, pienso que quizá tres”.

Con el aumento de la violencia bajó el número de estudiantes en Juárez y ese fue el factor decisivo para mudarse a El Paso, dijo González. En promedio, los institutos de Inglés Individual ubicados en Juárez inscribían aproximadamente 30 estudiantes por mes. Ese número bajó a escasamente 10 estudiantes inscribiéndose por mes.

“Desde hace tres años las ventas bajaron considerablemente, al punto que no podíamos sostenernos nosotros mismos”, dijo González. “Nunca pensamos que tendríamos que cerrar. Hemos estado en operación por 25 años”.

González decidió dejar su vida en Juárez para iniciar una nueva en El Paso hace seis meses, aproximadamente. Él entró en los Estados Unidos mediante el patrocinio familiar. En su caso, su hija tiene más de 21 años y puede solicitar la residencia para González y su esposa.

“Fuimos afortunados de que mi hija cumpliera 21 y nos pudiera pedir.  Hemos estado aquí seis meses y mis papeles llegarán pronto”, dijo.

Esta es una de las tres formas para obtener una residencia permanente a través de un familiar inmediato. Los ciudadanos estadounidenses también pueden pedir a su esposo(a), o si tienen un hijo(a) soltero(a) de menos de 21 años.

De acuerdo con informes de la página electrónica del Buró de Asuntos Consulares, un total de 43,340 visas de familiares inmediatos fueron otorgadas en 2010 a personas provenientes de México. De esas tarjetas verdes, 12,248 fueron otorgadas a padres de ciudadanos americanos que tenían al menos 21 años de edad.

Humberto Guerrero, un abogado de migración cuyos clientes son en su mayoría empresarios de Juárez tratando de abrir un negocio en los Estados Unidos, dice que el número de peticiones ha permanecido igual, comparado con los años en que la violencia no existía.

“Tan pronto como el ciudadano estadounidense cumple 21, los padres quieren iniciar el proceso. Eso no ha cambiado”, dijo Guerrero. “Sin embargo, he visto un aumento en visas de trabajo e inversionistas de mexicanos de varias regiones de México. Esto puede que esté relacionado con la violencia en México en general”.

Las personas que fueron aprobadas para una visa de inmigrante a través de una petición familiar tienen los mismos derechos que los ciudadanos estadounidenses, excepto que ellos no pueden votar o tener empleos designados para ciudadanos de Estados Unidos. Sin embargo, estas personas pueden solicitar un permiso para trabajar en los Estados Unidos. Este permiso llega aproximadamente cinco meses después de haber presentado la solicitud, incluso antes de la entrevista para aprobar la residencia.

González dijo que, como él, mucha gente de Juárez ha venido a El Paso simplemente porque sus ventas están cayendo. “Yo tengo la idea de venir aquí desde que las ventas empezaron a bajar allá. Tengo que encontrar otra forma de hacer negocios”, dijo González.

No solo los empresarios sienten que la guerra contra las drogas los ha forzado a cambiar su estilo de vida y huyen a otro país. Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez para medir la percepción de inseguridad entre los juarenses encontró que el 55 por ciento de la población dejaría la ciudad si tuvieran la oportunidad de hacerlo.

Desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra contra los carteles de la droga, más de 7,000 personas han sido asesinadas en Juárez. De acuerdo al estudio de la UACJ, grandes porcentajes de personas han dejado de salir en la noche, llevar dinero o joyería con ellos, ir al cine e incluso han dejado de visitar amigos y familiares debido al miedo de ser atrapados en medio del fuego cruzado.

Un fin definitivo a la violencia en Juárez se ve distante. Los empresarios, al igual que las familias, están buscando diferentes maneras de venir legalmente a los Estados Unidos para escapar de la violencia en Juárez. Inglés Individual, al igual que otros negocios similares, restaurantes y tiendas están llegando a El Paso para ofrecer los servicios que su país de origen no les permite.

“Conozco a mucha gente que vino huyendo a El Paso. Nosotros prácticamente empezamos de cero aquí en El Paso, pero tuvimos que aprovechar la ventaja de que mi hija nos pidiera. No podemos esperar a que algo nos pase a nosotros o a nuestra familia”, dijo González. “Juárez está a punto de volverse un pueblo fantasma”.

Leave a Reply