EL PASO — La verdad de la realidad que enfrentan los periodistas mexicanos es que la libertad de prensa y la democracia en México cobran un precio incalculable — la vida.
Más de 150 periodistas han sido asesinados desde antes del inicio de la guerra contra el narcotráfico hasta el día hoy. El último reportero asesinado, Gregorio Jiménez, de 46 años, fue localizado el pasado mes de febrero sin vida en el interior de una fosa. El Goyo, como le conocían en su profesión, había denunciado en sus reportes más recientes que su barrio estaba sufriendo una oleada de secuestros.Al final, Goyo terminó siendo secuestrado enfrente de su familia y víctima de la violencia del narco.
La periodista Anabel Hernández García declaró, “Es vergonzoso que el gobierno de México no sea capaz por caridad y humanidad de brindarnos la seguridad que el gobierno de los Estados Unidos nos está ofreciendo”.
Debido a la guerra contra el narcotráfico y a la labor periodística de investigación por los valientes reporteros mexicanos los ataques contra los medios de comunicación y sus reporteros y fotógrafoshan aumentado considerablemente.
En la actualidad, muchos periodistas y fotógrafos se ven obligados, ante la amenaza de los carteles, las presiones gubernamentales y las dificultades financieras, a publicar solo lo que al gobierno y sus seguidores les interesa escuchar.
Por otra parte, otros profesionales del periodismo siguen reivindicando su derecho a ejercer su profesión con libertad y se reunieron por segundo año consecutivo para recordar a los periodistas asesinados.
Esto ocurrió el pasado abril 3 de mano de Rubén Garcia, de La Casa de la Anunciación, en una vigilia, “Voz de los Sin Voz 2014”, donde se proyectaron la imagen de todos los periodistas caídos de mano de la violencia.
Durante la mañana del sábado, las actividades del programa de Voz de los sin Voz 2014, continuó con proyecciones de videos, grupos de charlas, y una mesa redonda, que fue moderada por la directora del Centro Rubin de UTEP. Entre los periodistas que participaron se encontrabanTracy Kilkenson, Jefe de Oficina de la ciudad deMéxico para el diario Los Angeles Times, Tom Barry, fundador del proyecto Transfronterizo delCentro para la Política Internacional (CIP), Julián Cardona, fotoperiodista, Gabriela Minjáres, reportera de investigación con sede en Ciudad Juárez, Armando Vélez, periodista y editor de El Diario de El Paso, y Diana Washington Valdez, reportera principal de El Paso Times.
Tracy Kilkenson, Jefe de Oficina de la ciudad de México para el diario Los Angeles Times. Photo credit: Esther Jurado
También en las actividades estuvo presente el periodista Héctor Salazar, el cual sufrió de primera mano las amenazas y violencia de los carteles. Salazar que informó ampliamente sobre la droga dura y la corrupción gubernamental fue secuestrado y torturado en el 2008. Por fortuna, Salazar pudo escapar y huyó junto con su esposa y su hija a Colorado. En 2011, se convirtió en el primer periodista que recibió asilo político en Colorado.
“México está secuestrado y ya no se ni por quién. En México se vive la anarquía total. El pueblo se tiene que defender por si sólo como si tuviéramos que volver a los tiempos revolucionarios para poder alcanzar nuestra plena libertad”, dijo Salazar.
En la cena que tuvo lugar el mismo sábado por la noche, se galardonó a la periodista Anabel Hernández García por ser una de las más valientes periodistas de México. Hernández ha dedicado su carrera a investigar la corrupción de políticos, policías y funcionarios del gobierno de México, después de que su padre fuese secuestrado y asesinado en diciembre de 2000.
“Desde hace dos semanas el mecanismo [de seguridad para periodistas] no tiene funcionarios públicos que puedan atender las llamadas de emergencia de los periodistas. Yo soy uno de los periodistas que estaban bajo este mecanismo y se supone que deberían de proveerme de vehículos blindados y escoltas capacitadas y alarmas de seguridad en la casa”, dijo Hernández.
La periodista mexicana Anabel Hernández García fue premiada por ser una de las más valientes periodistas de México. Photo credit: Esther Jurado
Hernández, con voz frustrada y llena de ira, compartió con los medios de comunicación y los presentes en la Vigilia, que fue amenazada en diciembre cuando unos individuos se presentaron en su vecindario a mano armada apuntando a los vecinos, adultos y niños, pidiendo que se les señalara el lugar del domicilio de la periodista.
Los individuos armados entraron en la casa de Hernández y secuestraron a su guardaespaldas, lo torturaron y lo abandonaron. Por suerte para Hernández, ella y su familia se encontraban fuera de la ciudad. La periodista lamentó el hecho y criticó la falta de palabra del gobierno en cuanto a los recursos prometidos para la seguridad de los reporteros.
Durante el transcurso de las actividades de La Voz de los Sin Voz 2014, se podía respirar un ambiente de frustración, de poca esperanza y de una visión de futuro para el periodismo Méxicano bastante incierto.
