Muchos bachilleres universitarios afrontan desempleo o subempleo

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Jessica Pérez, graduada en psicología trabaja a tiempo completo en el salón Millennium mientras encuentra un trabajo en su rama. (Jovanna Ramos/Borderzine.com)

Jessica Pérez, graduada en psicología trabaja a tiempo completo en el salón Millennium mientras encuentra un trabajo en su rama. (Jovanna Ramos/Borderzine.com)

Jessica Pérez, graduada en psicología trabaja a tiempo completo en el salón Millennium mientras encuentra un trabajo en su rama. (Jovanna Ramos/Borderzine.com)

Jessica Pérez, graduada en psicología trabaja a tiempo completo en el salón Millennium mientras encuentra un trabajo en su rama. (Jovanna Ramos/Borderzine.com)

EL PASO— Para Jessica Pérez el 12 de mayo del 2012 es una fecha inolvidable. Este fue el día que se graduó de la Universidad de Texas en El Paso con una licenciatura en psicología. Pérez esperaba con ansias este día y solo pensaba en lo que estaba por venir, una nueva vida como psicóloga.

Pero han pasado más de seis meses desde su graduación y Pérez no ha podido conseguir un empleó relacionado con su carrera.

“De qué me sirve haber terminado la carrera en los cuatro años si de todos modos no hay oportunidad”, dijo Pérez.

Casi 50 por ciento de los estudiantes que se graduaron en los últimos cinco años son subempleados o desempleados, según un estudio realizado en mayo del 2012 por la Universidad de Rutgers en New Jersey. El estudio comparó la perspectiva de empleos disponibles para estudiantes recién graduados después de la recesión del 2008, con estudiantes graduados antes del colapso económico en los Estados Unidos.

De acuerdo con el estudio, durante los últimos cinco años menos de la mitad de los estudiantes pudo encontrar empleo a un año de graduarse comparado con un 73 por ciento antes del 2008.

Comparación de las tasas de empleo y desempleo desde 1994 hasta 2012 en los Estados Unidos. (Fuente: Economic Policy Institute)

Comparación de las tasas de empleo y desempleo desde 1994 hasta 2012 en los Estados Unidos. (Fuente: Economic Policy Institute)

Desde que se graduó, Pérez, de 22 años, tiene que dividir su tiempo entre su trabajo como estilista en El Paso y voluntaria para varias organizaciones. Gracias a que tomó clases de cosmetología durante la preparatoria, Pérez ahora tiene un trabajo que la ayuda a mantenerse.

Sus ingresos principales vienen de su actual empleo de tiempo completo en Millennium Hair Salon. Su paga varía con la clientela que recibe durante la semana. La otra parte de su tiempo, Pérez es voluntaria del departamento de neurociencia de Texas Tech Health Center donde lleva casi un año asistiendo. Recientemente también acudió como voluntaria a la Posada Home, un refugio que ayuda a gente sin hogar y asiste a familias que sufren de violencia doméstica.

Pérez espera que estos trabajos como voluntaria le den la experiencia necesaria para conseguir un trabajo en la rama de psicología en el futuro.

“Durante la escuela no tuve a alguien que me guiara o me aconsejara a hacer ninguna práctica profesional, y no fue hasta mi último semestre que yo empecé de voluntaria.  Ahora creo que esto me ha costado porque en todos lados te piden experiencia”, Pérez dijo.

George Barton, director del Centro de Desarrollo Profesional de UTEP, explica que es importante que los estudiantes estén informados y aconseja aprovechar al máximo los servicios que brindan en estos centros. Como por ejemplo, la ayuda con la preparación de curriculums,  información de empleos o prácticas profesionales disponibles en su carrera. El centro también extiende sus servicios a estudiantes ya graduados.

“Estudios muestran cómo es más probable poder encontrar empleo para aquellos quienes usan el Centro (de Desarrollo Profesional) comparado con los que no, y también demuestra cómo quienes lo usan frecuentemente tienden a tener mejor paga cuando se gradúan,” Barton dijo.

Al igual que Pérez, Iris Cangas ha tenido que tomar ciertas desvíos de su camino inicial.  Durante su último año de estudios en microbiología y química, trabajó tiempo completo en ventas de carros para Shamaley Ford.

Al graduarse en 2010,  se sintió dichosa al conseguir un trabajo en el laboratorio de microbiología  en UTEP. “Empecé … haciendo investigaciones”, dijo Cangas. Después de trabajar un año y medio para el laboratorio decidió retomar sus estudios y actualmente está estudiando en el Texas Tech University Health Sciences Center. Planea graduarse en mayo del 2013 de enfermería.

“Es increíble como sin terminar la licenciatura ganaba más trabajando para una agencia de carros que cuando trabajé para el laboratorio, que triste es darse cuenta de la realidad”, comentó Cangas.

Barton dijo que “cuando el desempleo es alto las inscripciones de posgrado también son altas”.

Hoy en día es más común ver que los estudiantes regresen a la universidad para estudiar la maestría comparado con años atrás, según Barton. Carreras en ingeniaría, medicina, enfermería, y ciencias son las que tienen más probabilidades de empleos. Negocios y contabilidad pueden ser consideradas relativamente como una buena opción también, en la opinión de Barton. Lo más competitivo es todo lo relacionado con las artes.

“La clave es saber cómo y dónde buscar y estar dispuestos a ir a donde están los trabajos”, dijo Barton.

De acuerdo al estudio de Rutgers, aquellos graduados que sí encontraron empleo, se decepcionaban con los trabajos y el salario que terminaban aceptando. El promedio de salario inicial bajó de $30,000 a $27,000 dólares del 2010 al 2011.

Carol Van Horn, directora del Heldrich Center de Workforce Devolpment en la Universidad de Rutgers comentó en un artículo que se publicó en el New York Daily News:  “Creo que los estudiantes son menos optimistas, están más enfocados en tratar de encontrar un buen trabajo para poder pagar sus prestamos, y también  demasiado preocupados por el inicio lento en sus carreras. Y esto no solo los hace menos optimistas pero más impacientes en obtener seguridad en el trabajo”.

Según un reportaje de CNBC, durante el 2011 era más probable encontrar trabajo como camarero, mesero, o barman que como físico, químico o matemático. También había más gente empleada como cajeros y representantes de servicio al cliente que como ingenieros.

“Ya no es por falta de conocimiento o por falta de experiencia. Es simplemente que no hay posiciones disponibles. Es lo más frustrante de todo”, dijo Pérez.

Para todo estudiante la vida después de la universidad es una etapa decisiva. Es el momento donde jóvenes dejan los libros y la vida estudiantil atrás para entrar al mundo real. Aunque una gran parte no encontrará su trabajo ideal después de graduarse, posgraduados pueden desarrollar estrategias para sobresalir y tener éxito.

“Encontrar un trabajo es en sí un trabajo de tiempo completo,” dijo Barton. “Pero sé que hay luz al final del túnel, solo hay que saber ser pacientes”.

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