EL PASO — Recuperar el alma y limpiarla de malas energías es lo que hace Zoila Villanueva usando plantas medicinales. Pero antes, pide permiso a la tierra para arrancar las hojas necesarias y frotarlas en el cuerpo de sus pacientes. Al terminar la limpia, pedirá que las energías negativas abandonen el cuerpo del paciente y regresen a la tierra.
“Las limpias se llevan a cabo cuando se dice que se perdió el alma, se te salió el alma. Es como regresarla,” dijo Villanueva. “Todo lo ocupamos de la naturaleza, con las plantas y cosas que la naturaleza nos da.”
Villanueva viene a El Paso como invitada a la premier de la película “Bendíceme, Última” o “Bless Me, Ultima.” (David Smith-Soto/Borderzine.com)
Villanueva, 43, es una mujer joven que no aparenta la imagen de una curandera típica. Ella dice que sus inicios como cosmetóloga la llevaron a darse cuenta que las mujeres que buscan solo la belleza exterior se olvidan de cultivar su belleza interior y es por eso que no son felices.
“Entonces ahora realmente lo que andamos buscando es una belleza interna porque la belleza interna es la que va a reflejar la externa,” Villanueva dijo.
Al cambiar su enfoque, Villanueva decidió continuar sus estudios en el Centro de Desarrollo Humano Hacia la Comunidad (CEDEHC). Por más de 20 años, esta escuela localizada en Cuernavaca, Morelos se ha especializado en programas de investigación de plantas medicinales, medicina tradicional mexicana, masaje holístico, acupuntura, medicina natural, entre otros.
Por medio del CEDEHC Villanueva comenzó a viajar a los Estados Unidos para participar en talleres llamados “Traditional Medicine without Borders: Curanderismo in the Southwest and Mexico” y ferias de salud en el área de Albuquerque.
Villanueva viene a El Paso por segunda vez como invitada a la premier de la película “Bendíceme, Última” o “Bless Me, Ultima.”
“Todo se fue dando. Cuando llegué aquí ya teníamos para ir a la premier de la película, teníamos [que ir a] lo de Viva México, tengo pacientes, pero no estaba planeado. El universo así lo quiso,” dijo Villanueva.
Para Villanueva no fue difícil identificarse con el tema de la película. Nacida en Cuernavaca, Morelos, Villanueva recuerda que desde niña tuvo la intuición a flor de piel y la sensibilidad para poder “leer y sentir” a las personas. Ella recuerda que su sensibilidad no era aceptada por su familia debido a sus creencias religiosas.
“Yo me identifiqué mucho con esta película porque mi familia es muy religiosa, católica, entonces yo pensaba que lo que sentía y que lo que me estaba pasando era malo,” dijo Villanueva. “Hasta ahora mi mamá es cuando ha puesto atención y aunque le cuesta, ya acepta.”
Villanueva afirma que al combinar su intuición natural y sus estudios en el CEDEHC, su sabiduría en el curanderismo fue floreciendo.
“Fue algo muy curioso porque cuando yo entré a la escuela a estudiar y estaban los maestros enseñando, yo decía ‘no es que esta planta es para esto y esta planta es para el otro,’ entonces los maestros me volteaban y me decían ‘Zoila, ¿es que tú cómo sabes?’” recuerda Villanueva.
Ella atribuye sus conocimientos y su intuición a su abuela quien utilizaba las propiedades naturales de las plantas para curarla cuando era niña. Ella afirma poder sentir el estado de ánimo y de salud de sus pacientes, lo cual la ayuda a ser mejor en su profesión.
“Todo lo que traigo es de mi abuela, es una enseñanza de mi abuela y es, yo creo que la mejor herencia que hasta ahorita he recibido,” dijo.
Villanueva no practica ninguna religión ni interfiere en las creencias de sus pacientes, amigos o conocidos. Ella cree en Dios y en que los seres humanos somos uno con la naturaleza. Sin embargo, al tratar a sus pacientes les pide que accedan a sus creencias y tengan mucha fe.
“Es una fe fuerte la que puede ayudar a sacar cualquier cosa mala con la ayuda de la naturaleza,” dijo Villanueva.
Para ella su motivación más grande en su profesión es como responde la gente y el ver los cambios que tienen sus pacientes. “Esa es yo creo, mi mejor paga, mi mejor satisfacción; el poderme conectar hasta cierta forma con una energía que me da la fuerza para poder ayudar.”
En el CEDEHC, Villanueva estudió y aprendió varios procedimientos, el uso de plantas medicinales, de donde viene y para que se usa cada una y a poder determinar que utilizar dependiendo del padecimiento.
“La curación se basa en las plantas, en los cambios de hábitos alimenticios, en el agua, en infusiones, y dependiendo del padecimiento, se les recomienda a veces un temascal o una limpia,” explicó Villanueva.
Y agregó “Se usa lo que es herbolario, lo que es acupuntura, también dimos una conferencia con mi maestro, de acupuntura. Que no es como se creía que los chinos habían traído la acupuntura a México, sino que también nuestros antepasados ya la llevaban a cabo con espinas de maguey, las cuales desinfectaban en la planta del peyote que es una planta sagrada y era en los puntos que trabajaban y en los meridianos que también los chinos lo trabajan.”
Aparte de curaciones y limpias, Villanueva se prepara y se educa con la lectura. “Me gusta mucho leer, sí leo bastante. Me gusta mucho sobre todo libros como de las abuelas, de medicina, me gusta saber también que plantas son de cada región.”
Villanueva explicó que hay ciertas plantas que crecen en ciertos lugares y se usan precisamente para tratar padecimientos de la región en las que crecen.
“Por ejemplo las plantas que se dan mucho por aquí [en El Paso] tales como la osha, la hierba del manso, el romero, lavanda, la equinacea para el sistema inmunológico, la mercadela. El aguacate que también les llega para los parásitos es lo mejor que hay” dijo Villanueva y agregó “Hay plantas que las tienen en su propio jardín y no saben que son medicina.”
Villanueva atribuye su éxito laboral al haber aprendido a dejar que las cosas sean como deben de ser.
“Cuando dejas que las cosas fluyan y te dejen ir a donde tienes que ir, te llevas unas sorpresas tan maravillosas, tan increíbles, porque no hay más que conectarte con el universo y fluir y eres tú,” dijo.
Ella está de acuerdo con una cita de Paulo Coelho, “cuando quieres algo, todo el universo conspira para que realices tu deseo.” Y agrega, “y cuando luchas en contra, todo va mal. Es una cosa increíble”.
Y es precisamente con ese tipo de pensamiento que esta curandera nos da su mejor consejo:
“Que nuestra propia medicina es nuestro alimento, es nuestra salud y que si escuchamos la naturaleza, no necesitamos otro tipo de medicamento porque el universo, el cosmos, se encarga de darnos en el momento adecuado, las frutas, las plantas, y la medicina en la naturaleza.”
Es con este consejo que Villanueva marca las palabras del Padre de la Medicina, el famoso médico griego Hipócrates: “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento.”
También recalcó que el agua es lo más indispensable en nuestro cuerpo y por lo tanto si queremos estar sanos, debemos de recordar tomar 2 litros de agua al día. Ella dijo que hay que comer las frutas y verduras de cada estación y que al aprender a escuchar y observar a la naturaleza, uno puede ahorrar ya que hay más de ciertos productos dependiendo de la estación del año.
En el presente hay rumores de una escuela de medicina natural y curanderismo aquí en El Paso para la gente que tiene este tipo de inquietudes. Ya se han comenzado a recaudar fondos para poder lograrlo.
Cuando Villanueva dejó que su destino y su llamado fluyeran fue cuando encontró a la persona que ella es en verdad. “Ahora podría decir que soy una curandera y lo digo con orgullo. Ya no digo cosmetóloga, ahora digo curandera,” dijo orgullosa Villanueva y sonrió.
Que hermoso esta escrito!