Conseguir asilo político en EU es difícil para periodistas mexicanos amenazados

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Alejandro Hernández Pacheco es el segundo periodista en recibir asilo político en los Estados Unidos. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

Alejandro Hernández Pacheco es el segundo periodista en recibir asilo político en los Estados Unidos. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

Durante la conferencia de prensa se mostró una reproducción de la primera página del diario La Prensa donde se exhiben a los periodistas secuestrados. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

Durante la conferencia de prensa se mostró una reproducción de la primera página del diario La Prensa donde se exhiben a los periodistas secuestrados. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

EL PASO – El incremento de amenazas y de violencia en contra de periodistas mexicanos, así como la falta de apoyo por parte del gobierno mexicano y de las propias empresas que los emplean, han llevado a varios reporteros a buscar apoyo internacional.

Alejandro Hernández Pacheco es el segundo periodista mexicano en recibir asilo político por parte de los Estados Unidos. El primer periodista en recibir asilo por amenazas fue Jorge Luis Aguirre, editor del sitio electrónico noticioso “La Polaka”, en el 2010.

El caso de Hernández Pacheco fue atendido por el abogado paseño, Carlos Spector, que se especializa en casos migratorios. Él afirma que las decisiones que definen el estado migratorio de los solicitantes de asilo político generalmente suelen ser rápidas, en el caso de Hernández Pacheco esto no fue así.

“(En este caso) Tomaron 7 meses para tomar una decisión, algo sin precedente,” menciona Spector, “Este es un caso muy político y estaban buscando una manera de negarlo, pero no pudieron.”

En julio del 2010, Hernández Pacheco junto con otros dos periodistas fueron secuestrados por el Cartel de Sinaloa mientras ejercían su labor como periodistas. El cartel exigía que se televisaran mensajes a cambio de la libertad de los periodistas.

Los videos tenían fines de intimidación dirigidos hacia el cartel rival de “Los Zetas”. Hernández Pacheco junto con los otros colegas fueron torturados y amenazados de muerte.

Alejandro Hernández Pacheco es el segundo periodista en recibir asilo político en los Estados Unidos. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

Alejandro Hernández Pacheco es el segundo periodista en recibir asilo político en los Estados Unidos. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

“Estuvimos una semana secuestrados y fue muy difícil por que no recibíamos alimento ni agua”, menciona Hernández Pacheco. “Nos tenían atados de pies y manos, vendados de los ojos y el último día nos torturaron, nos pegaron en las piernas y los tobillos para no poder escapar”, agregó.

La cadena televisiva mexicana “Televisa” accedió a las demandas del cartel y televisaron tres mensajes que supuestamente acusaban a policías de colaborar con Los Zetas en las ciudades de Torreón, Gómez Palacios y Lerdo.

Después de televisar los mensajes, los periodistas fueron liberados en las calles de Gómez Palacios.

Hernández Pacheco recuerda que fueron liberados por el cartel en un área de la ciudad donde luego se encontraron con elementos de la Policía Federal, quienes les informaron que serían trasladados a la Ciudad de México para reunirse con el Presidente, Felipe Calderón.

“Al llegar a México nos llevan al hangar de la Policía Federal donde tuvimos una conferencia de prensa”, menciona Hernández Pacheco, “Nosotros no sabíamos nada, generalmente sacan en televisión a los malos, a los secuestradores y esta vez no entiendo por que no lo hicieron, nos hubieran protegido.”

Hernández Pacheco expresa su inconformidad contra la Policía Federal por haber sido expuesto de esa manera. Considera que esa acción del gobierno lo expuso a más situaciones de riesgo.

Ese mismo día vecinos de su tierra natal en Torreón le informaron que en su hogar se encontraban personas sospechosas esperándolo y que estas no aparentaban ser agentes policíacos.

“Por eso decidí entablar una conversación con mi familia y ellos me contactaron con el abogado (Spector)”, dijo Hernández Pacheco.

“Lo que tenemos que comprobar en un caso de asilo, hablando específicamente de un periodista, es que la razón por la cual te persiguen es por tu opinión política,” menciona por su parte el abogado Spector.

De acuerdo a Spector, el asilo político protege a personas que están huyendo de su país por cinco causas: persecución por motivos de raza, religión, grupo minoritario, por pertenecer a un grupo social en particular y por su opinión pública.

“En el caso de Alejandro fue de grupo social, como camarógrafo secuestrado por carteles en el transcurso de su trabajo… y cuando llegó aquí (El Paso) y empezó a hablar, la causa se convirtió (en una) de opinión política”, apunta Spector.

Acompañando el caso de Hernández Pacheco se encontraban dos periodistas que continúan su propia búsqueda de asilo. El ex-reportero del Diario del Noreste, Emilio Gutiérrez Soto y Ricardo Chávez Aldana, este último corresponsal de radio en Ciudad Juárez.

Emilio Gutiérrez Soto (extrema izquierda) y Ricardo Chávez Aldana (extrema derecha) periodistas que están a la espera de su solicitud de asilo político en los Estados Unidos. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

Emilio Gutiérrez Soto (extrema izquierda) y Ricardo Chávez Aldana (extrema derecha) periodistas que están a la espera de su solicitud de asilo político en los Estados Unidos. (Luis Hernandez/Borderzine.com)

“El logro que se ha dado con mi compañero, es un aliciente para los que aún seguimos en la lucha por lograr el asilo político en esta nación”, señala Gutiérrez.

“El contubernio que existe en México con el crimen organizado, en donde obviamente no existe diferencia entre los criminales y el gobierno encabezado por Felipe Calderón ha sido el motivo principal por el cual hemos buscado el refugio en los Estados Unidos”, añade.

Gutiérrez considera importante el logro obtenido por su colega y reitera que lo que se busca en estos casos no es la facilitación de documentación migratoria, sino la seguridad de sus vidas y las de sus familias.

Gutiérrez, quien salió de México al ser amenazado de muerte tras reportar abusos a civiles por parte del Ejército Mexicano, reprocha que no recibió apoyo alguno de parte del medio para el que laboraba.

“Me abandonaron; me robaron mi tranquilidad, mi vida, mi patrimonio y el dinero que me correspondía”, lamentó.

Su caso en particular ilustra de alguna forma la falta de apoyo financiero o  legal de parte de las compañías mexicanas de medios de comunicación, que contribuye a extender la problemática de inseguridad a la que diariamente se ven expuestos los periodistas en México.

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