Inseguridad aumenta número de migrantes a Estados Unidos

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Casas abandonadas en el fraccionamiento Hacienda Universidad en Ciudad Juárez. (Courtesy of El Diario de Juárez)

Casas abandonadas en el fraccionamiento Hacienda Universidad en Ciudad Juárez. (Courtesía de El Diario de Juárez)

CHIHUAHUA — El ultimo censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), mostró que un total de 1 millón 112 mil 273 mexicanos viven en Estados Unidos, cifra que representa el 89.4 por ciento de los migrantes que dejan el país, en su mayoría de entre 14 y 24 años de edad.

Según datos del Consejo Nacional de población, hay más 500 mil chihuahuenses residiendo en Estados Unidos. Entre las principales causas de la migración, históricamente se encuentra la búsqueda de empleo, a la que, en los últimos tres años, se suma la inseguridad.

A pesar de los esfuerzos que las autoridades federales y estatales realizan en materia de seguridad, son muchas las personas que han tenido que abandonar el estado debido a problemas de esta índole, desde funcionarios públicos, como Marisol Valles García, ex directora de la policía de Práxedis G. Guerrero, quien recientemente solicitó asilo político al vecino del norte ante amenazas del crimen organizado, hasta familias de la localidad que están alejadas del ámbito político.

Tal es el caso de Iván Zaldívar, un estudiante de 19 años de edad, ex alumno del Tecnológico de Monterrey Campus Chihuahua. Cursaba el segundo semestre de Ingeniería en Mecatrónica, cuando tuvo que abandonar su hogar junto con toda su familia debido a una amenaza a su madre Miranda Valles, una negociante, a quien le pedían dinero a cambio de “protección”, y, al no recibir la “cuota”, le quemaron un negocio.

Delincuencia a la alza

Como este caso hay muchos. Según datos de la Policía Federal Preventiva, en el año 2002 apenas fueron denunciados 53 casos de extorsión telefónica, mientras que en 2008 las denuncias llegaron a 50 mil. Hoy los delincuentes mexicanos realizan cada día 760 extorsiones en el país, de las cuales llegan a pagarse un 62 por ciento de ellas en promedio, por encima del 34 por ciento que se consumaban en 2008.

La manera de operar de los miembros del crimen organizado en la modalidad de extorsión consiste en pedir dinero a empresarios a cambio de protección con la promesa de que no volverán a ser molestados.

Si la persona no acepta sus exigencias, ellos mismos se encargan de hacer que sus empresas o negocios cierren y comienzan a amenazar a sus familias, e inclusive es muy común que secuestren a algún miembro de la misma para ejercer presión.

Administración a distancia

El padre de Iván es ganadero y tiene una empresa de bienes raíces, mientras que la señora tiene franquicias de cosméticos para mujer, uñas y salones de belleza. Uno de sus locales de uñas fue quemado a plena luz del día, mientras había gente dentro del mismo, debido a que se rehusó a cooperar con el crimen organizado.

“Le llamaron a mi mamá y le pidieron dinero. Colgó el teléfono y al día siguiente le quemaron uno de sus locales con bombas molotov, mientras había gente adentro”, comentó Iván.

Al ser entrevistado sobre los hechos y la situación de su familia, Iván pidió permanecer  bajo  anonimato, por lo que los nombres utilizados no son reales. Al preguntar sobre su ubicación, Iván dijo que por seguridad suya y de su familia no puede decir dónde se encuentra. Sin embargo, afirmó que se encuentra en algún lugar de Estados Unidos y comentó que la razón por la cual abandonó el país fue la inseguridad que se ha vivido de manera tan fuerte en los últimos años.

Dijo que de un día para otro, repentinamente, ya estaban volando fuera del país, que todo fue muy rápido, no tuvo tiempo de llevarse nada con él y su casa permanece intacta, con todos los muebles dentro y los vehículos estacionados afuera. Su madre se adelantó en el viaje una semana sin decirle a sus hijos la verdad.

“Nos dijo que estaba visitando a una tía, pero en realidad se encontraba en Estados Unidos arreglando todos los trámites. Un día mi papá nos dijo que nos iríamos a vivir fuera del país y al día siguiente ya habíamos salido”.

La familia de Iván, compuesta por sus dos padres y dos hermanos varones, uno mayor que él y otro menor, tuvo que salir de emergencia del país a causa de una amenaza a muerte a su madre, la cual se dio con motivos de extorsión. Se buscaba dinero a cambio de la vida de Miranda.

Los negocios siguen activos a pesar de que ellos ya no se encuentran en el país. Los padres de Iván los administran desde su nuevo lugar de residencia a través de comunicación telefónica o por Internet con los gerentes de los negocios.

Su madre cuenta con un total de cuatro locales de cosméticos y materiales para uñas, dos en Chihuahua, uno en Ciudad Delicias, y otro en Ciudad Juárez. El local que fue quemado es uno de los de Chihuahua, del cual prefirió no dar información sobre su ubicación.

Siguen las amenazas

Iván comentó que a pesar de haber dejado el país, el problema continúa, los extorsionadores parece que no tienen intención de rendirse hasta recibir su dinero. “A través de los gerentes han estado mandándole recados a mi mamá. Aún le piden dinero y siguen amenazándola”.

La extorsión telefónica es uno de los más nuevos modus operandi de los delincuentes. (Janeth Torres/Borderzine.com)

La extorsión telefónica es uno de los más nuevos modus operandi de los delincuentes. (Janeth Torres/Borderzine.com)

Señaló que se encuentran viviendo en casa de unos tíos solamente hasta que consigan una casa propia. Al parecer no tienen planeado venir muy seguido a visitar familiares y amigos a Chihuahua, ya que podría ser muy peligroso y lo ven como una situación muy difícil.

Mencionó que si logra venir al país cuatro veces al año lo considera suficiente, pero que no cree que vaya a ser posible. Al parecer no tienen planes de regresar a vivir al país, mucho menos a Chihuahua, pues esperarán que el clima de inseguridad cambie positivamente; no obstante, se han sentido más seguros en su nuevo lugar de residencia.

“Pues hemos estado más a gusto, más tranquilos que en Chihuahua. Pero sí me he enterado de cosas que pasan aquí también muy parecidas a las de allá. Matan gente, secuestros, droga … lo bueno es que la policía es un poco más efectiva, acá de perdida les hablas y sí llegan”.

La bendita doble nacionalidad

La situación migratoria de la familia representa un reto para su permanencia en Estados Unidos, ya que, aunque residen en este país de manera legal, los hijos se encuentran en él con visa de estudiantes, por lo que pueden acudir a la escuela; pero no significa una garantía para residir ahí de manera permanente.

Sin embargo, el caso de Iván y su familia es mucho más afortunado que otros, pues su madre cuenta con la nacionalidad estadounidense, hecho que facilitó de manera importante la obtención de los documentos para el resto de la familia, y actualmente se encuentran en proceso de obtener la nacionalidad para todos, ya que al parecer planean permanecer allá un tiempo indefinido, si no es que ya de manera permanente.

En cuanto a su problemática particular, Iván y su familia no visualizan una solución que les permita regresar a su hogar en un futuro cercano, lejos de las extorsiones y las amenazas en su contra.

“Quién sabe, si les pagamos no sabemos si nos van a dejar en paz, tal vez nos pidan más dinero después o vuelvan a amenazar a mi mamá. Quién sabe, no creo, que tal que un día secuestran a uno de nosotros. Mejor nos quedamos acá”.

Otras formas de extorsión y amenaza

Otras veces, cuando no se busca un trato de constante pago, fingen el secuestro de un hijo de alguien con buen nivel económico, y una vez recibido el monto del supuesto rescate no vuelven a comunicarse y el hijo aparece sano y salvo, ya que nunca fue secuestrado en realidad.

Éste último fue el caso de Adrián Durán, sobrino del dueño de una importante radiodifusora del estado de Chihuahua, quien un día recibió la llamada de un hombre con voz grave, que le pidió se hospedara en un cuarto de hotel por dos días, diciéndole que si no lo hacía matarían a sus padres.

Las instrucciones incluían que no podía contarle a nadie y debía mantener su celular apagado todo el tiempo o rompería el acuerdo. Así lo hizo, con la intención de proteger a su familia.

Después, los extorsionadores llamaron sus los padres y les hicieron creer que tenían a su hijo. Asustados, intentaron comunicarse con él, pero tenía el celular apagado, por lo que creyeron la historia y pagaron el rescate. Pasaron los dos días y Adrián llegó a su casa, tranquilo, pensando que había salvado a su familia.

Debido a esta situación en particular, cientos de familias han dejado el país, lo que tiene como consecuencia que, solamente en la franja fronteriza del norte, el 18.5 por ciento de las viviendas se encuentren abandonadas, pues sus habitantes han migrado, en la mayoría de los casos a Estados Unidos, según datos del INEGI.

Como Iván y Adrián, existen cientos, quizás miles de familias que atraviesan alguna situación similar, en ocasiones libradas con éxito, y en otras, resultando en tragedias como la muerte de uno de sus miembros o el cierre de sus negocios como parte del clima de violencia que se vive en la República Mexicana y contra el cual asociaciones no gubernamentales y miembros de la sociedad civil se han pronunciado enérgicamente con frases como “No más sangre”.

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