EL PASO — A unos segundos de pisar el escenario con el micrófono en la mano, la joven se mueve al ritmo de la música y entre gritos y aplausos de la audiencia toma un paso hacia adelante y comienza a cantar una de sus canciones favoritas.
La audiencia aplaude más y sus amigos esperan ansiosos para animar a quien en instantes se convertirá en una de las tantas aspirantes al canto. “La verdad es la primera vez que vengo a este lugar y el ambiente está padre y me agrada. No suelo cantar en público pero el ambiente aquí te motiva”, dijo Stephanie Gonzales, estudiante de El Paso Community College.
Las instalaciones de iL Canto han sido diseñadas especialmente para facilitar la participación de los aspirantes a cantantes. (Cortesía de iL Canto)
De acuerdo con la Cámara Hispana de Comercio en El Paso el crecimiento dinámico de está ciudad ha sido acreditado a un comercio internacional con Ciudad Juárez. Pero hoy en día a consequencia de la ola de violencia que azota a esa ciudad las relaciones internacionales han sido dañadas y los negocios en la vecina ciudad han sido sumamente afectados y muchos se han trasladado a El Paso.
A raíz de este fenómeno social la demanda de negocios que ofrezcan ambientes sanos, seguros y de habla hispana se ha incrementado. Varios negociantes han tomado ventaja del crecimiento de la población hispana y han abierto nuevos restaurantes y centros nocturnos. En los últimos dos años en El Paso se han inaugurado varios lugares como Pockets, Estragos, 33, Broncos Discoteque y El Rodeo los cuales promueven un ambiente seguro y cien por ciento mexicano.
“Estamos en un buen lugar porque estamos exactamente en el borde de México, de Nuevo México y ahí mucho mercado disponible para nosotros aquí en El Paso, y esto es una ventaja que no toda la gente tiene”, dijo Kristen González, especialista en mercado de la Cámara Hispana de Comercio.
En el año 2009 llegó a la zona oeste de esta ciudad un nuevo concepto creado por tres amigos aficionados al canto, un karaoke-lounge conocido como iL Canto.
Localizado en el 3233 N. Mesa, una de las zonas más visitadas en la ciudad gracias a su proximidad a la Universidad de Texas en el Paso y al centro nocturno en la calle Cincinnati, iL Canto ofrece un nuevo concepto en el cual el karaoke y la diversión es lo principal.
Celebrando la independencia de México. (Cortesía de iL Canto)
“Estábamos reuniéndonos muy seguido a raíz de que yo llegué de Juárez y nos dimos cuenta que no había un lugar que tuviera ambiente mexicano, karaoke de calidad, que tuvieran un buen servicio, y que hubiera una buena variedad. Nos pusimos de acuerdo y en general los tres teníamos el mismo concepto que es lo que presentamos aquí”, comentó Jesús Díaz de León, socio del establecimento.
Este establecimiento es el único “Karaoke all day-every day” en El Paso. Y a comparación de los karaokes móviles que se encuentran en distintos bares de la ciudad, iL Canto cuenta con equipo especializado para la edición de audio así como también con cinco pantallas para beneficio de los aficionados.
“En cuanto escuchamos como están cantando nos vamos para atrás para acomodarle la voz, modularle en micrófono, darle claridad, darle eco, darle potencia depende como cante la gente, porque hay gente que no sabe manejar el micrófono entonces nosotros tratamos de adaptarnos a ellos para que se oiga bonito”, dijo Jesús Díaz de León
iL Canto cuenta con una variedad de más de 6000 canciones en inglés y español y está abierto de martes a domingo de siete de la tarde a dos de la mañana. “Aquí es karaoke cien por ciento. La gente llega a las siete y a las siete empieza a cantar y no para de cantar hasta las dos de la mañana. No hay otro show, no hay otro grupo, no hay nada”, dijo David Maese, socio del establecimiento.
Una segunda sucursal ya fue inaugurada en el este de la ciudad y los dueños planean expandir este concepto a varias ciudades de habla hispana en la nación. También tienen en mente grabar en CD las canciones de todos los visitantes en un futuro.
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Editor’s Note – This is another in a continuing series of Borderzine articles on the migration to the U.S. of Mexican middle-class professionals and business owners as a result of the drug-war violence along the border. We call this transfer of people and resources, the largest since the Mexican Revolution, the Mexodus.
