FABENS, Texas — La primera ejecución, a domicilio, relacionada con las drogas en el condado de El Paso fue perpetrada aquí durante la noche del martes, informó la oficina del Sheriff.
Fabens es un pueblo de 8,000 habitantes en la zona metropolitana de El Paso, pero afuera de los límites propios de la ciudad.
La página oficial de la oficina del Sheriff indicó que “los detectives confirman en este momento que este homicidio se encuentra relacionado con la droga”.
Vivienda del occiso, Alejandro Castro, en 4021 North West I, Fabens. (Cortesía de Jesús Nava)
Y sentencia: “Pero es desconocido si este incidente está ligado directamente a los cárteles de la droga o la violencia de la frontera”.
Aunque las autoridades dijeron desconocer si el hecho tiene relación con la guerra contra el narcotráfico que ocurre en México, moradores de esta población manifestaron temor de que la violencia cruce al lado estadounidense.
De acuerdo a declaraciones de la portavoz del Sheriff, Chris Acosta, “alrededor de las diez de la noche nuestros oficiales fueron llamados al bloque 400 de la calle North West I, de Fabens, Texas, en referencia a que se oyeron balazos”.
Al llegar a la escena, los oficiales de policía encontraron a un hombre de 26 años, identificado como Alejandro Castro, “yaciendo en el piso con varias heridas de bala e insensible, sin signos vitales”, precisó Acosta.
“Me dio mucho miedo; este es un lugar muy tranquilo. Estaba haciendo mis quehaceres cuando escuché como cinco disparos”, dijo una vecina que se identificó como Andrea.
E insistió: “Me da pánico que lo de Juárez se pase para acá, que vengan a buscar a la gente a su casa para ajustarles las cuentas y una pague las consecuencias sin tener que ver con eso”.
Según la mujer, la comunidad de Fabens es muy tranquila, sentir con el que coincidieron cerca de siete moradores de la zona del North West.
“Aquí nunca se había visto cosa igual”, dijo un hombre de oficio mecánico, quien prefirió no ser identificado. Y solicitó: “Esperamos que las autoridades incrementen la seguridad aquí, temo por lo que le pueda pasar a mi familia”.
En sus declaraciones preliminares, la portavoz Acosta explicó que “el caso se está investigando como un homicidio”. Indagatorias en las que participan la Unidad de Crímenes Contra las Personas, la Oficina del Sheriff y otras agencias.
Tanto Adriana como otros vecinos señalaron que la familia Castro era muy tranquila. “Se la pasaban en su casa, a veces nos saludábamos”, testificó la mujer.
Y agregó: “Llevaban apenas un año aquí en las casitas móviles. La de ellos era la cafesita, la 421”.
Otro vecino aseguró que Castro era poco conocido. Y confesó: “Hay mucha gente que viene del otro lado [ya que] estamos muy cerca del Valle de Juárez. Esto de ayer nos preocupa”.
De acuerdo a la información proporcionada, la víctima contaba con antecedentes penales. Hasta el 2009, ya había sido arrestado y detenido en prisión en cinco ocasiones por incidentes de tráfico y posesión de marihuana.
Trascendió que el núcleo familiar estaba integrado por el hoy occiso, su esposa y un niño de cuatro años de edad. Y que durante la ejecución todos se encontraban dentro de la traila, pero que “la mujer y el menor no presenciaron el incidente”.
Se presume que al sentir las detonaciones la progenitora puso a buen recaudo a su hijo, y al ir por su esposo lo encontró “sufriendo en el piso con los escopetazos”.
Fue entonces que “la esposa de la víctima llamó al 911 y aguardó la llegada de las autoridades”, según se indica en la página Web de la oficina comandada por Richard Wiles.
De acuerdo con las estadísticas, durante el 2009 se cometieron (dentro de los límites de la ciudad) al menos 13 homicidios, pero ninguno vinculado al tráfico de drogas. En 2008 se produjeron 18 asesinatos, lo que demuestra un avance en las políticas de seguridad ciudadana.
Aunque una publicación nacional ha ratificado a El Paso como la segunda ciudad más segura de los Estados Unidos (en un estudio que incluye a todas las urbes con más de 500 mil habitantes), superada solo por Honolulú, el incidente de Fabens conmocionó a los paseños.
“Me da temor. Primero fue el City Hall, hace solo cuatro días UTEP y ahora un homicidio por drogas… es para preocuparse”, dijo, Manuel Reyes, padre de familia.
Y finalizó: “Ojalá que cuando concluya la investigación, la muerte de este Castro no tenga que ver nada con los cárteles de la droga o la violencia en Juárez”.
Una de las muestras del temor, palpable en aquella localidad, es que la mayoría de los entrevistados prefirieron omitir su identidades para no poner en riesgo la integridad personal.
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Nota del Editor: Una versión anterior de este artículo reportaba que el occiso, Alejandro Castro, no tenía antecedentes penales, según lo informara la vocera del Sheriff, Chris Acosta. Esto fue corregido en horas posteriores por la misma oficina del Sheriff.
