Portada del 21/08/11 de El Siglo de Torreón.

La Narco-Guerra se intensifica y asesina al periodismo

Por Ana Arana y Daniela Guazo

El reloj marcaba 38 minutos del primer tiempo, del partido Santos contra Monarcas, en el estadio Territorio Santos Modelo, a 442 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, cuando los jugadores dejaron de perseguir el balón y corrieron hacia los vestidores. Había una balacera. El sonido de las balas interrumpió a los cronistas. Millones de espectadores mexicanos frente a la televisión observaron cómo se desarrollaba un enfrentamiento entre uno de los carteles más sanguinarios de México y la policía municipal de la ciudad industrial de Torreón, Coahuila. La cámara mostró a niños, ancianos, mujeres y hombres aterrorizados, escondidos debajo de los asientos.

Z’s: El dolor de cabeza del próximo Presidente

La organización criminal más sanguinaria de México ingresó a Guatemala con el comienzo del actual Gobierno y en cuatro años se ha extendido en casi todo el territorio nacional. El próximo Presidente tendrá que enfrentarla con una Policía y Ejército débiles y corrompidos y a una fuerza elite –los Kaibiles– bajo la mira del grupo criminal. Petén es ya el campo de batalla de una lucha que es la continuación de una guerra declarada y cruenta que se libra sin éxito en México.

Negocio cerrado en la colonia Melchor Ocampo en Ciudad Juárez. (Cortesía de El Diario de Juárez)

Desplazarse o morir: Empresarios mexicanos migran por violencia e inseguridad

CIUDAD DE MÉXICO — Edgar N. era un exitoso hombre de negocios del estado de Michoacán. Habiendo vivido en la entidad buena parte de su vida adulta, Edgar disfrutaba de la tranquilidad y ganancias que le generaba su empresa; al menos hasta hace 5 años, cuando se vio obligado por el crimen organizado a mudarse hacia el estado de Querétaro. Luego de ser víctima de extorsión por parte del narcotráfico, su negocio de exportación fue desmantelado; él, su esposa y su hijo, tuvieron que rehacer su vida entera en otra parte. “El negocio iba  bien,  facturaba 500 mil pesos mensuales; yo era de los competidores más fuertes en mi rubro en la región”, comenta el empresario. Michoacán nunca estuvo libre del crimen organizado, diferentes bandas criminales operaron el negocio de narcotráfico en el territorio, pero los traficantes de antes operaban como negociantes, explica Edgar.