CD. JUAREZ — Pese a que la religión católica sigue siendo la que más se profesa aquí, el número de católicos ha disminuido considerablemente en los últimos años.
Esta ciudad fronteriza cuenta con una población de 1.3 millones y el 69 por ciento se consideran católicos, pero de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geográfica e Informática (INEGI), la religión católica ha decaído en Juárez. Hace apenas 10 años, un 82 por ciento de la población profesaba ser católica.
Según María Olivares quien lleva abrazando la religión católica desde hace 50 años, esto se debe a los escándalos por los cuales ha pasado la iglesia católica. “El saber de tantos sacerdotes abusando de niños es algo muy negativo para nuestra religión, por eso las personas buscan otras religiones”, señaló Olivares.
Estudios realizados por el INEGI señalan que la llegada de grupos étnicos del sur de México a Cd. Juárez ha sido otra gran influencia en la reducción de la religión católica. Con el auge de la empresa maquiladora en la región, la migración y aparición de nuevas religiones han contribuido a la minoración de la religión católica.
“Como México es cada vez un país más libre, diverso y con un importante desarrollo es normal que las personas busquen otras opciones en que creer”, dijo Adriana Meza quien dice creer en Dios, pero no profesa una religión.
Actualmente el censo realizado por el INEGI, identifica por lo menos seis religiones más aparte de la católica donde están incluidas, la Mormona, la protestante, Testigos de Jehová, ortodoxos y hasta la Santa Muerte.
En total, el número de iglesias no católicas incluyen 178,199 feligreses, el 13.4 por ciento de la población.
Para muchos juarenses la llegada del Papa Francisco a Cd. Juárez representa una nueva oportunidad para todos aquellos que se han alejado de la religión católica, dice Guadalupe Torres quien sirve en la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón. “Muchos jóvenes están perdiendo la fe y la esperanza y creo que la llegada del Papa Francisco nos va a devolver eso que hemos perdido”.
Aunque esto, para otros jóvenes como Ana Hernández es todo lo contrario, pues dice que la llegada del Papa no sirve de mucho para aquellos que dejaron de creer en la religión católica. “Los que creen van a creer más y los que no, van a seguir sin creer al menos que el Papa se ponga a levitar”.