José "Mantequilla" Nápoles muestra uno de sus cinturones que lo acreditan cono campeón. (Jesús Alcázar/Somosfrontera.com))

Gloria del boxeo espera entre carencias “la campanada del último round”

Por Lourdes Cárdenas

CIUDAD JUAREZ, México –  Ya no hay músculo en lo que alguna vez fueron sus rápidos y veloces brazos, ni tampoco agilidad en su caminar o en sus movimientos. Su memoria lo traiciona y con frecuencia se retira a su esquina, ignorando el bullicio a su alrededor, ensimismado en sus pensamientos. Duerme de 5 de la mañana a 5 de la tarde y por las noches juega Solitario y ve televisión. Pero lo que más disfruta es sentarse en una pequeña banca en la banqueta de su casa y fumarse un puro. Entonces, los vecinos llegan a saludarlo y los niños, esos que no habían nacido cuando él estaba en la cúspide de la fama, le recuerdan lo grandioso que fue en el cuádrilatero.

Sobre El corazón del escorpión — La primera novela de José Manuel Palacios

EL PASO — Hay personas que se pasan la vida entera anhelando ser escritores. Para ellas, el prestigio de la palabra ‘escritor’ es enorme y ensombrece todo lo demás. Incluso la actividad de escribir. Porque se trata —esto no lo razonan: lo sienten— de aparecer ante sí mismos y ante los demás como escritor, cuanto antes, mejor, y sin que deba mediar ningún otro esfuerzo más que el necesario para lograr una buena apariencia. Son, pues, las encarnaciones de frases ingeniosas que pretenden hollar la imaginación de sus oyentes con la imagen de genio incomprendido.