La nueva franquicia de los Indios, ahora auspiciados por la UACJ, espera que los aficionados abracen sus nuevos colores, blanco y azul. (Iliana Estrada/Borderzine.com)

Los Indios de la Universidad Autónoma presentan una nueva oportunidad en el fútbol profesional de Juárez

CIUDAD JUAREZ – La desafiliación del equipo de fútbol Indios de Ciudad Juárez del máximo circuito del balompié nacional, ocurrida en diciembre de 2011, causó sorpresa y desolación entre los miles de aficionados y seguidores que en ambos lados de la frontera jamás dejaron de apoyar a su equipo del alma. “Era increíble que apenas hace dos años antes estábamos en semifinales de la Liguilla y ahora el equipo estaba desapareciendo”, recuerda con nostalgia Jesús García, un fanático del club quien en ese entonces siguió de cerca la noticia de la repentina disolución de su equipo de fútbol preferido. Jesús, al igual que miles de simpatizantes de la oncena juarense, quedó de pronto sin la oportunidad de poder disfrutar del fútbol profesional en una ciudad que durante el último lustro fue castigada por la ola de violencia y crimen. La causa de esa repentina culminación, según se informó, fueron los adeudos económicos que la directiva mantenía con sus jugadores. Parecía que todo llegaba a su fin.

Remembering the Indios de Juárez

EL PASO, Texas – Sergio Villasenor often worries for his relatives across the border in his home city of Ciudad Juarez, Mexico. Members of his family have dealt with four assaults at their place of business in a city still wracked with drug cartel-related violence. It isn’t as bad as it was even a couple of years ago, when the city of more than a million people recorded 3,103 murders. But Juarez is still unsafe territory for the El Paso Patriots midfielder who works across the international border from where he lives. “The truth is that it’s really hard to live in Ciudad Juarez, so I’m trying to find ways to bring them here (to Texas),” Villasenor said, “for a better state of being.”

One must pay the cartels for the right to operate a business in town, or perhaps be forced to close, or have their establishment burned down, Villasenor explained.