Esther “La Güera” Chávez, in memoriam

EL PASO — El 25 de diciembre por la mañana que llamé a casa de Esther a ver cómo estaba, me enteré de la triste noticia de su deceso. Su partida en este día tan significativo para el mundo cristiano y para muchas de nosotras despertó en mí una reflexión que no acabo de elaborar. Estoy segura de que no es casual su muerte, precisamente el día que festejamos el nacimiento de Cristo. Tal vez sea una nueva esperanza. Conocí a la Güera a mi regreso a Juárez a principios de los ‘90 cuando acababan de pasar las elecciones para la alcaldía en las cuales ella había perdido con el PRD. Recuerdo que me dijo que sabía que iba a perder, pero que como ciudadanas teníamos que empezar a hacer algo para cambiar al país. Al poco tiempo me invitó a formar parte del grupo 8 de Marzo y nos reuníamos en la sala de rectores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).  Éramos un puñado de mujeres dispuestas a reclamar igualdad entre los sexos y los géneros.