Tortillas de maíz a la espera de ser empacadas. (Estefany Galindo/Borderzine.com)

Encuentran su porvenir en las tortillas de Cuauhtémoc

EL PASO – Una familia del norte de México se estableció en El Paso sin imaginarse que tras 20 años de vivir en Estados Unidos tratando de lograr el “sueño americano” encontrarían el éxito en las mismas tortillas que cocinaban en su viejo hogar. Gerónimo Hernández, 49, y su esposa Bertha Alicia, 41, dejaron su ciudad natal de Cuauhtémoc, Chihuahua, en el año 1993 con el propósito de progresar económicamente. Ellos tenían un rancho donde cosechaban diversos vegetales pero apenas les rendía lo suficiente como para mantenerse. La pareja planeaba tener hijos pero sentían que era casi imposible con los ingresos que tenían. Así fue como los dos decidieron emigrar a los Estados Unidos y probar su suerte en un área en las afueras de El Paso llamada Westway.

According to USDA statistics, nearly one million women and children in Texas receive WIC benefits. (Estefany Galindo/Borderzine.com)

Federal government closure inflicted hardships and fear of future shutdowns

EL PASO – During the recent 16-day federal government shutdown, federal workers and hundreds of families in the El Paso area who regularly receive food and medical services under the federally funded WIC program came close to losing their benefits while many others who were eligible to enroll were not allowed into the program. Although the shutdown ended October 17 after Congress raised the debt ceiling, local residents fear that they may find themselves in the same precarious situation again in February when Congress will have to either approve a budget or raise the debt ceiling again. According to USDA statistics via the National WIC Association, nearly one million women and children in Texas could stop receiving WIC benefits. Nationwide, more than 8.5 million women and children receive benefits under the WIC program. Sofia Garcia, a medical assistant at the Upper Valley Urgent Care Center, is mother of a two-year-old and a two-month-old.

La familia Soltero-Lara en pleno, celebrando que Desiree volviera a caminar. (Cortesía de la familia Soltero-Lara)

Un conductor ebrio cambió dos vidas en un instante trágico

EL PASO – Desiree Lara, 18, se divertía en la fiesta de un amigo muy conocido en Canutillo, Texas una noche de marzo de 2012, pasando la noche bailando al ritmo de música electrónica, cumbias, hip hop, tomando cerveza, tequila y otras bebidas preparadas. Los padres de su amigo estaban fuera de la ciudad y el muchacho de 17 años decidió que era la noche perfecta para invitar a sus amigos a una fiesta con bebidas alcohólicas y hasta incluso contratar a un DJ. Siguiendo los consejos de su madre de no manejar ebria, Lara le pidió a una amiga, Sarah Castillo, de 18 años, que la llevara a casa en su carro. Durante los próximos diez minutos sus vidas dieron un giro inesperado. Mientras Lara y su amiga se iban de la fiesta, uno de sus mejores amigos, Nathan Ramírez de 18 años manejaba de regreso a la fiesta tras ir a dejar a su novia a su casa.