Yo también soy Latina – Una mirada personal a lo que significa ser latina en la sociedad actual

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Michelle

Por Bianca Betancourt, Borderzine.com

Angelica

Angelica

Angélica Ruiz estaba en la escuela secundaria cuando fue al salón de belleza de su barrio y con mucha decisión le entregó a su estilista una imagen impresa de cómo ella quería verse una vez que saliera del salón. La imagen en cuestión era de la cantante Ashlee Simpson, a quien Ruiz admiraba por su cabello negro, cortado en capas mostrando un flequillo.
En lugar de dejar el salón con el look de la estrella de rock, Ruiz se fue con una lección aprendida.

“Cariño, tu cabello no se va a ver así”, le dijo la estilista.

Ella le explicó que debido a sus raíces naturales, con su cabello rizado y voluminoso producto de su herencia mexicana, negra e italiana, nunca iba a  parecerse al estilo de Simpson. Aún así intentase el corte, el resultado no iba a ser el deseado.

“Eso siempre se quedó atascado conmigo”, dijo Ruiz. “Esa, esa no es la que soy; soy una persona diferente y no puedo parecerme [a ella]”.

De acuerdo al Censo del 2010 del Centro de Investigación Pew, hay más de 50 millones de personas en los Estados Unidos que se identifican como descendientes de origen latino

Más de la mitad de esa cantidad se compone de mujeres latinas como Ruiz. A diferencia del reporte de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, sin embargo, Ruiz y las latinas mixtas como ella, no sienten que puedan ser fácilmente categorizadas por los ojos de la sociedad.

Kiana

Kiana

La percepción social de una latina, de acuerdo con la artista freelance Kiana Englehaupt de 21 años, es ser rubia y de busto prominente.

“[Ellas piensan en] Sofía Vergara. Piensan en Eva Mendes. Piensan en JLo. Creen que, ya sabes, todas esas chicas que son de piel clara, básicamente blanca y tienen un acento. Y muchas veces [otras] y yo somos descartadas como latinas porque no podemos ser inmediatamente identificadas.”

Englehaupt, quien es de origen puertorriqueño, negro, alemán y polaco, siempre se identificó como latina, aunque los que la rodean no parecen reconocerla debido a que su piel es clara combinada con una indomable cabellera rizada.

“Mi cabello siempre fue una fuente de temor para mí. La gente siempre estaba jalando mi cabello preguntándome,  ‘¿Por qué no usas flequillo? ¿Por qué no te ves así? ¿Por qué no te dejas el pelo suelto? ¿Por qué no haces esto?’. Tú sabes como son las otras niñas y yo sentada aquí mirando alrededor preguntándome, ¿Qué hay de malo en mí?”, dijo Englehaupt.

Esto nos demuestra que la desconexión cultural no se siente únicamente por las latinas de rasgos más oscuros.
Para Michelle Rodríguez, instructora cubano-americana de baile de 20 años de edad, su tez clara la separa de sentirse parte de la comunidad latina.

“La mayoría de las veces la gente piensa que soy de raza caucásica-europea, y eso hace que hace que la gente me vea de manera diferente”, dijo Rodríguez.

“Me he encontrado con hispanos que no me consideran latina y me rechazan por no ser de piel más oscura. Así que a veces mi piel me ha hecho sentir desconectada con mi comunidad hispana, sin embargo ha permitido que otros me acepten, pero [sólo] a través de una idea errónea de mi origen étnico”.

Niki

Niki

Para la periodista Nyki Salinas-Duda de 25 años, quien escribe casi exclusivamente sobre asuntos sociales y culturales de Latinoamérica, la errónea percepción que tiene la sociedad estadounidense sobre las latinas es incuestionable. Cuando se le preguntó que describiera el punto de vista de los Estados Unidos sobre las mujeres hispanas, ella respondió riéndose y con un simple movimiento de ojos, pero poco después decidió discutir el tema en cuestión.

“Ahora mismo es un momento tan duro para ser una persona de color”, dijo Salinas-Duda. Al igual que Rodríguez, ella también siente como si conservara privilegios sociales especiales debido al color de su tez. Salinas-Duda, quien es hija de madre mexicana y padre alemán y polaco, se niega a permitir que su cabello claro y su rostro pecoso puedan camuflar su cultura.

“Si tú decides hacerte pasar por blanca, eres parte del problema”, añadió.

Las latinas en cierto sentido, son consideradas y respetadas en partes, ya sea que estén valoradas por sus cabellos, caras o cuerpos. El estigma general que persigue a las latinas por todas partes es la responsabilidad que la sociedad les ha asignado de ser sexy.

“Los hombres tratan [a las latinas] ya sea como exóticas o como demasiado oscuras para hablarles … o como muy indígenas o como muy lo que sea para ser consideradas sexualmente atractivas. Existe un espectro [de latinas] y la sociedad es tan generalista al respecto. Si eres Latina y no eres sexy o abiertamente sexual, entonces ¿qué propósito tienes?”

Sin embargo, según Kiana Englehaupt, los días en que se percibían a las mujeres latinas como estereotipos sexuales están poco a poco desapareciendo debido a la mezcla racial que ha dado paso a apariencias ambiguas de estas mujeres dentro de la población latina en el mundo.

“Como seres humanos, la forma más fácil que tenemos para identificar algo acerca de la gente es categorizarla”, dijo Engelhaupt. “Ya sea por la manera en que se visten o el color de la piel— ayuda a saber cuáles son los antecedentes [raciales] de esa persona, lo que les interesa o lo que se puede o no decir delante de ellos, y con tanta gente mezclada, resulta más difícil categorizar”.

“Ser capaz de poderse identificar con tantas personas diferentes simultáneamente “, dijo Englehaupt, es lo que hace que sea tan gratificante vivir una vida heterogénea a diario.

BiancaBetancourtBianca Betancourt es estudiante de periodismo en Columbia College Chicago y editora de circus-magazine.com

 

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