Dale un efectivo “like” a las elecciones – Los millennials no ejercen su derecho al voto

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Por Elizabeth Giadans

Los de la generación del milenio [“millennials” en inglés] vivimos en un tiempo donde hablamos sobre la violencia como si fuera algo regular, común y corriente. Los temas del entretenimiento y deportes consumen nuestro tiempo. Pero cuando de política o economía se trata, nos quejamos pero no hacemos nada.

Vote sign photo by Renee Silverman, Creative Commons license

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Nuestra generación representará el 40 por ciento de los votos en los Estados Unidos en el 2020. Un estudio del Pew Research Center revela que somos la generación más liberal en el país. Sin embargo, no recuerdo la última vez que haya discutido sobre política con colegas o amigos.

Hay tres temas que los estadounidenses no tocan: Dinero, religión y política. Es comprensible que las finanzas sean algo muy personal. Es incómodo que te pregunten cuánto dinero tienes—o no tienes. Y de religión, ni hablar; cada quien respeta sus creencias en cualquier santo o dios a quien recen o enciendan una vela para que los guíen o ayuden con un problema.

Cuando empecé la primaria en Passaic, Nueva Jersey, recuerdo que los maestros en la escuela nos motivaban a ver las noticias con nuestros padres. Aprendimos sobre el poder legislativo, judicial y ejecutivo del gobierno.

Era 1996 y Bill Clinton había sido reelegido Presidente de los Estados Unidos. Sabíamos la importancia que tienen las elecciones presidenciales. Mis compañeros de escuela y yo le dijimos a nuestra maestra Eerie, quien enseñaba el segundo año, “¡Ganó Bill Clinton!” y le preguntamos: “¿Usted votó por él?” Su respuesta me dejó muy confundida. Ella, visiblemente incómoda, nos respondió: “La política es algo privado. No se dice ni se pregunta. Quiero que todos tengan eso en la mente y que lo recuerden”.

Nunca olvidaré cómo me sentí al escuchar sus palabras. Tuve mucha vergüenza por haber invadido la privacidad de alguien a quien respetaba. Hasta el día de hoy, hay ocasiones donde me resisto a preguntar o comentar sobre ciertos temas. Pero ¿cómo es que viviendo en un país donde la gente grita con orgullo que tenemos libertad de expresión, sustentada en la primera enmienda de la constitución, una pregunta así los vuelven distantes respondiendo: “Eso es algo muy personal”?

¿Será algo generacional? El estudio del Pew Center dice que los de mi generación nos distanciamos de muchas instituciones tales como las religiosas y las políticas. Pero, a la vez insistimos en estar más conectados entre nosotros vía Internet y demás aparatillos electrónicos. Vivimos pegados a las redes sociales. Publicamos comentarios, damos “likes,” y compartimos fotos que pretenden actuar como respuesta hacia problemas sociales, en vez de empeñarnos a decirle a nuestros líderes lo que realmente nos preocupa.

De otro lado, el 50 % de los de mi generación dice que somos “independientes”. ¿Qué significa esto? ¿Es que quizá queremos liberarnos de la responsabilidad de votar? ¿De elegir entre republicano o demócrata, o Dios nos salve, por otro partido? La verdad es que no estamos informados de lo que sucede en los Estados Unidos, y menos en el mundo. Así vemos que los votantes jóvenes han disminuido del 51% al 45% entre el 2008 y 2012.

Sin embargo, los mayores de 65 años han alcanzado hasta un 72%.

El nivel de educación es un factor que determina quienes participarían más en las elecciones. Los jóvenes educados tienen un 55.9% de probabilidad de votar en comparación al 28.6%, quienes no poseen educación.

Otra características de los millennials es que la mayoría se considera más liberal que otras generaciones en cuanto a políticas de inmigración, legalización de marihuana y matrimonio entre parejas del mismo sexo, por ejemplo.

Aún estamos lidiando con las secuelas de recesión y una economía inestable que le falta recuperarse. Pero ni nos identificamos con un partido en particular, ni nos tomamos el trabajo de escuchar a quienes fueron elegidos para manejar nuestra nación.
El país se encuentra en elecciones legislativas. Actualmente hay 44 demócratas y 47 republicanos en 33 estados cuyos periodos terminan y tienen que ser reelegidos el senado.

Hay nueve estados que son clave porque el resultado es incierto. Los demócratas titulares tienen que defender sus asientos en Alaska, Carolina del Norte, Michigan, Arkansas, Colorado, Kentucky, Georgia, Iowa y Louisiana.

¿Qué pasará si pierden los demócratas? Los republicanos tendrían el poder de la cámara de representantes y el senado. Solo necesitan ganar seis asientos. En términos políticos, esto se conoce como una “ola”. La ultima “ola republicana” tuvo lugar en los 90s durante la presidencia de Clinton.

La alianza republicana se solidificaba y no llegaba a acuerdos con el presidente en sus reformas y leyes para el país. Con un presidente demócrata, cualquier ley o reforma quedaría estancada en la Casa Blanca. Los años que le quedan a Obama serán difíciles y frustrantes, así como para sus aliados y constituyentes.

Es tiempo de participar y decir que nos gusta y disgusta. Hay que empezar la conversación. Si no estás de acuerdo con las decisiones de nuestros políticos quejarte en las redes sociales no va a cambiar nada. Infórmate y vota. Ejerce ese valioso derecho. Quizá puedas influir en el aumento del sueldo mínimo, la creación de más empleos, la aprobación de una reforma migratoria o el desarrollo de un plan para sacarnos de las deudas de préstamos estudiantiles.

Elizabeth Giadans es estudiante de periodismo en Columbia College Chicago.

One thought on “Dale un efectivo “like” a las elecciones – Los millennials no ejercen su derecho al voto

  1. Es mas fácil vivir en la ignorancia quejándose sin fin. Además, las organizaciones políticas ya no quieren hacer el trabajo político de base que significa ir de puerta en puerta empadronando a todos los que califican para votar y luego organizar las brigadas para llevarlos a las urnas. La organización por vía electrónica dependiente de computadoras no alcanza a muchas latinas ni a muchos latinos. Si una familia acaso tiene una computadora los jóvenes probablemente las utilizan para hacer la tarea escolar (los mas listos) o para quemarse el cerebro con los juegos electrónicos.

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