CIUDAD JUÁREZ, México — Los carteles mexicanos están intensificando una nueva modalidad de violencia —el secuestro de comerciantes de diversas zonas, para obtener fondos.
Fuentes advierten que los secuestros son más intensos en lugares con mucha demanda comercial, como en el caso de la zona centro, en donde cada día son menos los negocios que están abiertos al público porque a diario los dueños son amenazados. Según estas fuentes, es más difícil el tráfico de narcóticos, por lo que el elemento criminal ha optado por este nuevo tipo de extorsión.
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“Varios de nosotros que tenemos negocios aquí en el centro hemos sido amenazados, y por lo cual tenemos que pagar la cuota,” dijo un comerciante de esta zona.
Se le pidió cierta cantidad de dinero, la llamada “cuota”, para poder seguir laborando. Si esto no se cumplía, su vida corría riesgo al igual que su inversión. “Todos vivimos con temor a ser extorsionados, no ganamos la gran cosa como para estar pagando tanto dinero,” otro de los comerciantes aclaró.
Uno de los secuestros más recientes en esa localidad fue el de un comerciante muy conocido de esta zona. El sujeto, dueño de un negocio de dulces, fue retenido por varios días hasta que sus familiares entregaron una fuerte suma de efectivo a sus captores.
“Fue un terror saber, que estaban atentando contra nuestro negocio y amenazando a la familia,” dijo el dueño del negocio.
Narraron sus familiares que los secuestradores ya se habían presentado en el comercio haciendo amenazas para recibir una participación de las ganancias, y si se rehusaban causarían daño a su familia y se quedarían sin su negocio.
“Realmente no prestamos mucha atención a la segunda amenaza, pensábamos que eran extorsiones falsas solo para alarmar a la gente, pero no dejábamos de estar preocupados,” dijo el dueño.
También explicó que esto ocurrió en dos ocasiones y en fechas muy distantes, por lo que hizo caso omiso a las amenazas. Un día por la mañana al llegar a su negocio, tres sujetos fuertemente armados lo sometieron para que entrara a un vehículo, enfrente de varios testigos.
Sus familiares de la víctima fueron contactados horas más tarde para ser informados sobre el monto y las condiciones del rescate. Cumplido el acuerdo, la víctima fue liberada cuatro días después, con muestras de haber sufrido abuso.
“Fue una de las experiencias más horribles de mi vida, y para la familia entera,” dijo la madre del dueño.
Desafortunadamente, el negocio quedó cerrado después del secuestro, debido a la falta de recursos económicos para seguir adelante. Aunque se presentó la denuncia a las autoridades correspondientes, aún no hay ningún indicio que lleve a la captura de los criminales.
Por su parte los comerciantes de la zona centro exigen a las autoridades en vano protección contra este tipo de crímenes; los que han llevado a un cierre masivo de comercios en dicha zona.
“No es justo que por culpa de esa gente estemos perdiendo nuestros bienes raíces,” dijo otro comerciante de la zona.
Las autoridades pronostican que la escalada de violencia seguirá por un largo tiempo, ya que no se tienen los recursos suficientes para poder detener en su totalidad a este tipo de delito.
“Hay una cierta aceptación social de la violencia. Si acaso, las personas lo más que hacen es ayudar y consolar a la víctima. En pocas ocasiones se ponen denuncias y si lo hacen, muchas veces no llegan hasta el final. La violencia es un asunto de todos y en este fenómeno social se involucran muchos organismos, agencias e instituciones” dijo el oficial Iván Lara, director asociado encargado del área de secuestros del Ministerio Público en Ciudad Juárez.
El funcionario explicó que existen varias maneras de poder ayudar a una persona que se ve envuelta en este tipo de actos. Para él, la violencia contra familias es un abuso que se podría evitar si se actuara desde el primer momento en que se recibe una amenaza.
Se ha dado un gran aumento de secuestros relacionados con la violencia de los carteles de droga en ciudades fronterizas. Una de ellas es Ciudad Juárez, donde se registraron 260 secuestros en 2007, 299 en 2008, y 267 en 2009. Lo que representa un aumento del 30 por ciento en comparación con los tres años anteriores, según indica una audiencia sobre el control internacional de narcóticos y la violencia asociada al narcotráfico en México.
Juan Miguel Alcántara Soria, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, reveló que el incremento en los últimos años en los delitos de secuestro, extorsión y robo con violencia en México, ha aumentado hasta en 400 por ciento en algunos casos.
“Dados los cientos de casos que tenemos en nuestra ciudad, al igual de los altos índices de violencia, la gente ha dejado de creer en la autoridad” dijo Lara. Pero, ¿por qué se da esto?
Para empezar, el delito se debe de reportar con las autoridades correspondientes, y hay que actuar de manera clara en las declaraciones que se hagan en contra de las personas involucradas, ya sean éstas personas cercanas a la víctima, hasta familiares que hayan participado el acto, explicó Lara.
“En el momento que se toma la declaración el proceso es largo, dependiendo del tipo de delito. Un ejemplo sería ver si el acto es mayor o menor, ya que eso determina cuánto es lo que nosotros nos tenemos que involucrar y a qué punto se llegará”, dijo Lara.
“La gente tiende a la desesperación y a la crítica de nuestras labores, nosotros hacemos nuestro trabajo de la mejor manera posible y se estudia cada caso diariamente para poder llegar a su conclusión. Pero para poder lograrlo necesitamos la ayuda de cada miembro de esta sociedad para resolver el problema”, dijo Lara.
El oficial aconseja que cada persona analice la situación en la que vive, y que los indicios de abuso sean reportados de inmediato. Entre más rápido se actúe menos será el daño y mas pronto se resolverá el conflicto.
“Es importante que las personas sepan que el Ministerio ayuda a cualquier víctima involucrada en un acto violento. Pueden pedir ayuda y nosotros estamos allí; lo único que les pedimos a partir de este momento es su colaboración”, agregó el funcionario.
Debido al crimen organizado y al enfrentamiento que mantienen aquí los carteles, Ciudad Juárez se ha convertido en la cuidad más violenta de la República Mexicana.
