EL PASO — Dos politólogos que estudian el fenómeno del narcotráfico en Colombia exploraron posibles nexos entre las experiencias colombiana y mexicana con el narcotráfico durante dos conferencias que ocurrieron en octubre en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
Manuel Ernesto Salamanca y Edgar Mauricio Solano Calderón, académicos provenientes de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, participaron en las conferencias tituladas, “Drug Trade Issues: The Colombian Experience” y “Colombian Experiences With el narcotráfico,” auspiciadas por el Centro de Estudios Interamericanos y Fronterizos de UTEP.
Los investigadores examinaron las particularidades que entraña el narcotráfico colombiano y brindaron completa y compleja información sobre la historia y estado actual del narcotráfico en Colombia.
En respuesta a las inquietudes del público local sobre la creciente violencia que acecha a Ciudad Juárez por disputas entre narcotraficantes, ellos trazaron algunas similitudes entre los dos fenómenos, como la inicial permisividad estatal y la escalada de violencia indiscriminada y por otra, la preocupación de la población en general por encontrar soluciones a este fenómeno.
En ambos casos, ni las autoridades mexicanas ni las colombianas combatieron el narcotráfico desde sus inicios, según los investigadores. Esto resultó, lógicamente, en que las redes del narcotráfico en su etapa naciente se consolidaron, señalaron ellos.
Salamanca y Solano indicaron que una vez creada la voluntad gubernamental para combatirlo, se encontraron con carteles solidificados que han ofrecido una ruda pelea. La crudeza de la violencia ejercida en ambos países por parte de los narcotraficantes es aguda y, lo peor, es que no sólo se ven involucrados narcotraficantes sino civiles, quienes algunas veces terminan siendo víctimas de la violencia por el simple hecho de encontrarse en el lugar y momento equivocados, dijeron.
Según la rednoticias.com cuyas estadísticas más recientes datan del 28 de octubre de 2009, las muertes violentas relacionadas con el narcotráfico en lo que va del año podrían alcanzar un total de 2080. En el caso de la violencia relacionada con el narcotráfico en Colombia, según Ricardo Rocha Martínez, quien hace parte del libro “Narcotráfico en Colombia” publicado en el año 2005, las cifras de muertes violentas en Colombia durante el periodo comprendido entre 1989 y 1990 alcanzaron cifras récord de 88.000 homicidios.
Según sus investigaciones, la violencia que entraña el narcotráfico no conoce clase social, género o edad y ha hecho evidente que los dividendos no compensan en forma alguna el sufrimiento generado. De ahí que los ciudadanos y gobiernos de ambos países hayan entendido el narcotráfico como un fenómeno que afecta a todas las esferas de la sociedad y por ello, buscan entenderlo.
De acuerdo con Salamanca y Solano, una diferencia que puede ser trazada entre los narcotráficos de ambos países es que en Colombia la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los paramilitares han encontrado en este negocio una fuente de financiamiento para sus actividades. La dimensión política del fenómeno del narcotráfico en Colombia lleva a que se complejize aún más un problema que ya es complejo de por sí y por ello, plantea enormes retos para académicos, ciudadanos y entes gubernamentales.
El público asistente dejó sobre la mesa la inquietud de considerar los daños colaterales que se derivan del narcotráfico en esferas como la agrícola y la social. Los asistentes también llamaron la atención sobre considerar el narcotráfico como un problema de orden global, en el que no sólo los países productores y comercializadores de drogas ilícitas tienen responsabilidad en combatirlo, sino que los países consumidores también son parte del problema. Tal vez la pregunta más controversial que hicieron los asistentes y que exige bastante análisis fue la de las implicaciones que acarrearía una eventual legalización de las drogas ilícitas.
De izquierda a derecha Manuel Ernesto Salamanca, Edgar Mauricio Solano y la Dra. Moira A. Murphy (Rocío Lemus/Borderzine.com)
