The streets of Veracruz, Mexico. (©Miguel Angel Lopez Velasco)

Mexicans pay in blood for America’s war on drugs

By Molly Molloy and Charles Bowden

EL PASO – Children play in the pool, hamburgers and hot dogs sizzle on the grill. The exiles will be here shortly after their year in flight from a house full of dead people. Everyone at the party has dead people murdered in Mexico by the Mexican government with the silent consent of the U.S. government. There are 100,000 slaughtered Mexicans now. These gatherings will grow larger.

Periodistas mexicanos piden asilo político en Estados Unidos

EL PASO, Texas — Tres periodistas mexicanos, que esperan recibir asilo político en los Estados Unidos, expusieron los peligros y amenazas sufridas durante el ejercicio de la profesión en su país en una rueda de prensa en esta ciudad el 21 de septiembre. De igual forma condenaron la muerte de alrededor de 68 de sus colegas desde el año 2000 y urgieron al presidente Felipe Calderón Hinojosa para que dimitiera pues su gobierno no garantiza la seguridad de los comunicólogos, ni de los mexicanos. Durante la conferencia, en la que participaron diversos medios internacionales, los expatriados patentizaron la confianza de que el mandatario, Barack Obama, les conceda estatus legal, después de que esta semana en Washington se aprobara el asilo solicitado por el reportero chihuahuense, Jorge Luis Aguirre. “Felipe Calderón es el principal responsable de los actos criminales que ocurren en México; es, sin lugar a dudas, un genocida”, dijo, el ex-reportero de El Diario del Noreste, en Ascensión, Chihuahua, Emilio Gutiérrez Soto. Y agregó: “Debe ser llevado ante los juzgados internacionales para que responda por los crímenes constantes que se dan a diario en mi patria en donde no existe una sola familia que no haya sido tocada”.

La narcoguerrra sigue matando periodistas y la libertad de prensa mexicana

EL PASO, Texas — Siempre disfrutó el olor de los burritos. Los prefiere de nopales con huevo, de carne deshebrada, de chile rojo y verde. Jamás imaginó que tendría que dejar el periodismo para confeccionar platillos mexicanos. “Después de casi 30 años como reportero nunca pensé que los burritos salvarían mí vida”, dijo. Y agregó: “Aquí me vez, vendiéndolos entre mis amigos y viejos colegas”.

Las heridas físicas y emocionales de la tortura ni se borran ni se olvidan

EL PASO — Con dolor en sus ojos y una mirada que aún denota rastros de ira, Carlos Mauricio contó a una audiencia atenta como sobrevivió 10 días de secuestro y tortura. El doloroso episodio marcó su vida para siempre y lo inspiró a compartir su historia para que casos como los de él no queden en el olvido y se pueda combatir la impunidad. “Esta no es solo la historia de un sobreviviente y víctima de tortura, es una historia de solidaridad, coraje y amor, de un individuo que paso dos semanas de su vida al borde de la muerte y que fue víctima de la injusticia y la impunidad que existía en El Salvador” le dijo recientemente a una audiencia en la Universidad de Texas en El Paso. Mauricio relata que su día comenzó como cualquier otro. Se levantó como usualmente lo hacía, se vistió y salió tranquilamente hacia su trabajo como profesor en la Universidad de El Salvador.

Argentina’s ambassador speaks for the ‘Disappeared’

He told students and faculty at the University of Texas at El Paso recently that he was only allowed near his father, newspaper editor Jacobo Timerman, for three minutes and in that short time he found, “…a man destroyed, both physically and mentally…” who pleaded with his family to continue with their lives as if he would never be freed.