El placer vicario de espiar al otro

EL PASO – Seré honesta: no es algo de lo que me sienta orgullosa pero yo soy de esas que disfrutan, de vez en cuando, el placer vicario de espiar al otro en mi buscador. Póngamoslo de esta manera: usted está en una conversación y se habla de una persona a quien no conoce, su nombre se repite y se repite, se dice esto y lo otro de dicha persona y usted permanece completamente perdido. ¿Qué hace? Si usted es listo y se siente en confianza preguntará quién es esa persona, indagará detalles, tal vez lo conozca y no lo sabe. Yo me voy por el camino fácil.