La muerte de la noticia: Muchas crónicas quedan sin publicar debido a los asesinatos de periodistas latinoamericanos

Análisis de Tyler Bridges

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Dos vehículos utilitarios interceptaron el automóvil de Valentín Valdés Espinosa en el centro de Saltillo, México. Unos matones armados obligaron al reportero de asignaciones generales de 29 años de edad a entrar en uno de los autos. Sucedió poco antes de la medianoche del 7 de enero de 2010. En los días precedentes, Valdés Espinosa había informado agresivamente sobre el arresto de varios narcotraficantes en esa ciudad norteña de México para su periódico, El Zócalo de Saltillo, y había cometido el pecado cardinal de identificarlos por nombre. En otro artículo, Valdés Espinosa había identificado a un agente policial que fue arrestado por estar en la nómina de los narcotraficantes.

El periodismo hoy: el oficio de pulir huesos

EL PASO, Texas — En el Museo de la Universidad de Texas en El Paso se inauguró recientemente “Las otras batallas” una exhibición que ofrece el trabajo de un grupo de fotoperiodistas de El Diario de Juárez. Es imposible recorrerla sin sentir un escalofrío, sin ponerse a pensar que esa imagen que está ahí es una estampa del realismo más crudo. Es imposible ver cada una de esas fotos sin pensar que quien lanzó el clic es prácticamente un héroe. Octavio Paz escribió una vez “Hablar mientras otros trabajan es pulir huesos”. Esas líneas me hacen pensar cómo, en los últimos años, para un periodista trabajar se ha vuelto una forma de pulir huesos.

Los sicarios toman la palabra en México

EL PASO, Texas — Emilio Gutiérrez quiere tener voz, sin embargo, sufre una afonía inusual. Un padecimiento que ni médicos, ni sociólogos, ni siquiatras pueden resolver. Y es que desde hace un tiempo para acá intentaron cortar sus cuerdas vocales (su libertad de expresión). Aunque en honor a la verdad, tuvo mejor suerte que muchos de sus colegas. A ellos, cerca de 30, no solo les truncaron las palabras, también los borraron de sobre la faz de la tierra.

Assassins gun down two young journalists in Juárez

Borderzine contributor Jago Molinet wrote this story in the newsroom of El Diario of El Paso a few hours after two young colleagues were gunned down in Juarez, Mexico. Molinet told me he wrote this in anger and frustration and as he wrote, his anger and frustration only grew. As I translated the article into English, I saw that he also wrote this lament with love, love for his fallen brothers and love for a profession that too often in Mexico today demands a journalist’s life. —David Smith-Soto, Borderzine Executive Editor

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EL PASO, Texas — The news spread like wildfire through the newsroom —two young photojournalists from El Diario gunned down in Ciudad Juárez… one dead, one wounded. They went to lunch and ended up splashed in their own blood, riddled by bullets blasted from the empty minds of unscrupulous assassins.

Dos jóvenes periodistas caen baleados en Juárez

El fotógrafo de El Diario de Juárez Luis Carlos Santiago Orozco, de 21 años, fue asesinado  y su acompañante, el fotógrafo Carlos Manuel Sánchez de 18 años, resultó herido de dos impactos de bala en la tarde de Septiembre 16 en el estacionamiento del centro comercial Río Grande Mall en Ciudad Juárez. Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Los Heraldos Negros  de César Vallejo. (1918-“2010”)
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EL PASO, Texas — Fueron por comida y los cubrió la sangre.