¿Milagros? Le dieron tres meses de vida, pero vivió para contarlo

“Hay que creer para ver” –San Agustín
EL PASO – Pancho: “Cuñada, viene Beto, mi hermano de Guadalajara, a dar testimonio de su sanación. A ver si vas a verlo en la iglesia San Marcos, Pebble Hills y Joe Battle (del otro lado, muy al otro lado de la ciudad)”. Llegamos a las seis y media de una tarde calurosa, a una iglesia grande, nueva, como todas las construcciones en el este.  Ahí estaba el otro hermano de Pancho, Mario, recibiendo a las personas y dirigiéndolos hacia el salón de usos múltiples. Adentro del salón estaba Beto, igual que siempre, sonriendo, muy coloradito, normal para agosto en un hombre de campo, rellenito, bien pues. Después de varias canciones de alabanza a manera de inicio, unas palabras de bienvenida y reflexión de un feligrés, empezó el testimonio de Beto, el hermano de Pancho, mi cuñado.

Mandas a Magdalena

It is faith that leads hundreds of Mexicans from the state of Sonora to walk 50 or more miles each October in a little-know yet significant religious pilgrimage from Nogales, Sonora to Magadalena, Sonora.