Miguel Ángel Silerio Mendoza vive de la renta de dos puestos de venta de yerbas medicinales situados en el frente de lo que fuera su cantina Cruz Blanca. (Miguel Ángel Silerio Ortega/Borderzine.com)

La clausura de cantinas tira una flecha mortal a la vida nocturna del Centro Histórico de Cd Juárez

CIUDAD JUÁREZ  – Encargado de la cantina llamada Cruz Blanca, la cual tuvo su apogeo durante la segunda mitad del siglo pasado, Miguel Ángel Silerio Mendoza hoy simplemente se encierra con cadena y candado en ese establecimiento donde aún se conserva el recuerdo, la barra y algo de mobiliario, no así los servicios de luz, agua y gas que permanecen cortados. “Las autoridades nos dieron el tiro de gracia en lugar de ayudarnos”, expresa molesto Silerio al recordar la ruina que trajo para decenas de cantinas ubicadas en la Zona Centro de Ciudad Juárez, un operativo de inspección que las autoridades locales emprendieron a mediados del año pasado. Actualmente su único sustento proviene de la renta de dos puestos para la venta de yerbas medicinales, ambos situados a las afueras de la cantina, a su vez ubicada a espaldas del Mercado Cuauhtémoc. De la renta de cada uno cobra 100 pesos. La Cruz Blanca fue la principal fuente de ingresos de la familia Silerio y es una de las tantas cantinas clausuradas por la autoridad durante el año en curso.