Tercer local del restaurante Playa Azul ubicado entre Zaragoza y Vista del Sol. (Myriam Cruz/Borderzine.com)

Playa Azul – Consistencia y calidad

De boca en boca

EL PASO – Una vez que empieza la temporada de calor en la frontera, que siempre empieza en una fecha diferente, se antoja comer mariscos estilo mexicano, y es entonces que me viene a la mente un pequeño restaurante en la esquina de Mejía y Américas en Juárez, muy cerca del Puente Libre, donde se pueden degustar frescos cocteles, tacos de marlín o camarón, una parrillada de mariscos, sin faltar una michelada bien fría y aguas de sabores tradicionales. Playa Azul ha estado abierto al público desde 1982 en Juárez, desde 2007 inició operaciones en El Paso, en Zaragoza, sin embargo, hace unos cuantos meses abrió su tercer sucursal cerca de la calle Yarbrough, a un lado de la I-10, ubicación más accesible desde cualquier parte de la ciudad. El restaurante va en la segunda generación, el Sr. Eloy Corral inició con la primer sucursal mencionada renglones arriba, y su hija Karla se las ingenió para convencer a su joven esposo de que dejara su exitoso negocio de carrocería para dedicarse al negocio familiar. Marco Antonio Simental y su esposa Karla fueron quienes abrieron el primer restaurante en El Paso, al principio un lugar pequeñito, y luego de algunos años de trabajo, se cambiaron a la ubicación actual, en Zaragoza y Vista del Sol. Visito el tercer restaurante de la ahora joven cadena, elegante y moderno, diferente del original de Juárez, con unas esculturas que simulan árboles o ramas de metal y vidrio soplado, en color acero y rojo, muy originales, de un artista juarense de 24 años, que desea permanecer anónimo por el momento.

El aguacate, uno de los ingredientes más importantes de la comida mexicana y que nunca falta en la cocina de Alejandra Chávez. (Cortesía de Thyme Matters)

Thyme Matters – Pasión por la cocina

EL PASO – Durante esta temporada de primavera y renovación en todos los sentidos, entrevisto a Alejandra Chávez, la Chef y propietaria del restaurante Thyme Matters, quien sabe una o dos cosas sobre reinventarse y seguir tus sueños

En realidad nunca imaginé que alguien tan joven iba a contarme una historia con tantos sueños alcanzados y audacia. Resulta que Alejandra en su corta pero intensa vida, estuvo viviendo en Iowa, en un tiempo en que los únicos latinos que conocían en ese remoto pueblecito eran los trabajadores agrícolas que llegaban a cosechar el maíz. Ella llegó a los 22 años, como una joven financiera recién graduada de UT Austin, a comerciar en la bolsa de valores los futuros del maíz. Después le ofrecieron irse a trabajar a Enron y su intuición, junto con sus análisis financieros, le dijeron que había algo raro que no encajaba, así que dejó su exitosa carrera financiera y una vida cosmopolita en Houston para regresar a su tierra, El Paso. Ya aquí y después de preocupar a su papá, que no sabía que iba a hacer esta hija suya, nuestra chef decidió un fin de año que ahora sí se iba a dedicar a lo que más le gustaba en la vida y se inscribió el 2 de enero de 2003 en un curso de gastronomía en Florencia, haciendo uso de todos sus ahorros.

No, my papa is not Korean!

El Paso – I would be lying if I said I was a suave city girl. The truth is downtown still scares me. With all the shady characters walking up and down the streets and the shopkeepers peering at you with their hawk like eyes, downtown is not my vision of a shopper’s paradise. What I loathe most is that some stores require customers to leave their shopping bags at the front counter. Because I can’t be sure that my bag will be returned simply because my name is taped to it, when I leave something at the counter naturally I am apprehensive.

Pacífica Seafood & Bar is located at 5801 N. Mesa, El Paso. (Photo courtesy of Pacífica)

Pacífica – Un restaurante joven, con sabor a familia

De boca en boca

EL PASO – Pacífica es un restaurante en el oeste de El Paso que abrió hace relativamente poco tiempo, en junio del año pasado, justo en la época en que se antoja un fresco ceviche o un aguachile estilo Sinaloa. La atmósfera es fresca, llena de luz, con un mobiliario sencillo, cómodo, de colores claros, un vestíbulo con una división muy creativa a base de envases vacíos de cerveza, un bar rodeado de una pared-pizarrón en la que se pueden leer mensajes de clientes que van dejando saludos, experiencias y chistes, muy al estilo del sur mexicano. Es una empresa familiar, rodeada de juventud, con meseros que no pasan de los 21 años y con dueños que rondan los 30. La historia de cómo se inició este proyecto está llena de historias de familia, de hermanos trabajando como socios codo a codo por muchos años, en una mueblería con sucursales en varias ciudades de México, donde los primos pasaban veranos como almacenistas, cajeros, subiendo y bajando cajas, apreciando el esfuerzo familiar y el valor del dinero que llega a casa. Con ese ejemplo, los socios iniciales, primos por supuesto, uno en Juárez y el otro en Monterrey, se pusieron de acuerdo, y con el apoyo y la experiencia de los padres, después de trabajar en restaurantes y terminar sus carreras, deciden iniciar su primer negocio juntos, muy al estilo de la familia.