El Paso reacts with skepticism to Chapo Guzman’s capture

EL PASO — On February 14, 2014, the leader of the Sinaloa Cartel Joaquin “El Chapo” Guzman was captured in a small, rather dull condominium. Guzman ran a drug business worth approximately $3 billion, and he has been on the run from Mexican officials since his first escape from prison in 2001. According to Mexican officials, he escaped jail the first time by simply bribing prison guards and walking out the front gate. However, this escape was highly romanticized and eventually grew into a daring urban legend. Guzman’s most recent capture has left borderland residents with mixed emotions ranging from elation to apathy.

La captura de El Chapo suscita ola de escepticismo

CIUDAD JUAREZ — La captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán el 22 de febrero en Mazatlán, Sinaloa suscitó diferentes opiniones en Ciudad Juárez, una comunidad que vivió en los últimos años la más cruenta guerra de su historia por ser un punto estratégico para la exportación de narcóticos a los Estados Unidos. Para la población fronteriza que vivió prácticamente a fuego cruzado, el nombre del “Chapo” Guzmán ha sido sinónimo de muerte y destrucción. Su detención produjo especulación por las posibles razones y consecuencias de su captura. “Se pensó que el narcotráfico controlaba al gobierno”, dijo el sacerdote católico Freud Cuéllar, “pero su detención nos dice que el gobierno ya no lo necesitaba”. Además, Cuéllar considera vergonzoso que durante 13 años nunca pudo ser localizado un hombre que fue catalogado por la revista Forbes como uno de los más ricos y poderosos del mundo.