Joe Arpaio persigue su propio pasado

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EL PASO, Texas — El Sheriff del Condado de Maricopa, Joe Arpaio, aún pretende llenar su cárcel para inmigrantes indocumentados. Al parecer, la tan añorada meta no la pudo cumplir antes del 29 de julio cuando entró en vigor la ley SB 1070.

Y es que la juez federal Susan Bolton, se le adelantó y firmó en Phoenix una suspensión provisional de las porciones más racistas de esa carta antiinmigrante.

Con anterioridad Arpaio abrió la Sección “1070” en la “Cárcel de Carpas” y dijo a la agencia EFE que “los ciudadanos de Arizona tienen la esperanza de que la SB1070 resulte en el arresto de un amplio número de inmigrantes indocumentados.”

Sheriff Joe's party pinatas. (George Thomson/Borderzine.com)

Sheriff Joe's party pinatas. (George Thomson/Borderzine.com)

Sobre este “ilustre” y contradictorio personaje, se centran las miradas de millones de personas, casi en la misma medida que la cacareada “ley”; no solo en aquel estado, sino también a nivel de país y en el globo terráqueo.

Se han derrochado apelativos a favor y en contra de Arpaio: “antiinmigrante”, “nazi”, “racista”, “megalómano”, “egocéntrico”, “sabueso”… y hasta “payaso”. La lista es interminable.

Algunos lo miran con odio, resentimiento, ansias de venganza, a este hombre “hijo de inmigrantes italianos, con nuera y nietos mexicanos”. Otros, (los menos) lo admiran, “porque es un hombre sensible y justo”. Pero, ¿Quién es Joe Arpaio?, ¿Cuáles son sus orígenes, su trayectoria?…  En entrevista, con la reportera Yolie Hernández, del diario digital Barriozona.com,(de Phoenix, Arizona) el propio Sheriff ofrece la respuesta.

“Solamente hay uno como yo, aunque algunas personas dicen: ‘Debíamos de clonarte’. Pero solamente hay un Joe Arpaio”, dijo. Y continuó narrando: “Nací y crecí en Springfield, Massachussets, el 14 de junio —día de la bandera de Estados Unidos— de 1932. Trabajé duro para mi padre que vino de Italia y mi madre; mi madre murió cuando yo nací, así que fui de familia en familia, pero trabajé duro(…)”.

“No puede ser, me resulta increíble”, expresó asombrada, Lupe Ochoa, residente de Segundo Barrio en El Paso. Y agregó: “¿Cómo un hombre de padres inmigrantes es capaz de ser tan cruel con los inmigrantes?”.

Para la socióloga, Laura Ortega, la respuesta fue simple: “por decisión personal… uno decide, por diversos factores (sociales, políticos, religiosos, económicos, familiares) cual es su posición ante determinadas situaciones de la vida”. Y argumentó: “cada ser humano determina si es intolerante, racista, antiinmigrante o no”.

Sin embargo, al echar una escueta mirada al perfil de Joe Arpaio, el psicólogo paseño Adalberto Sánchez, consideró oportuno aplicar la tesis del médico y psicólogo austriaco Alfred Adler, discípulo de Sigmund Freud, fundador de la llamada psicología individual y precursor de la moderna psicoterapia.

“En el ser humano, por naturaleza, existe el sentimiento de inferioridad y de superioridad”, dijo, Sánchez. Y completó: “Adler nos habla que al nacer se nace bajo ese complejo, el de inferioridad. El hombre se siente incompleto e inadecuado”.

Según el experto, al ser complementadas estas necesidades (inferioridad) surge el sentimiento de superioridad. Explicó, como una persona que sufre la muerte de uno de sus progenitores, el abandono y que siente carencias afectivas al pasar de la casa de un pariente a la de otro, junto a otros factores predisponentes, puede llevar una conducta similar a la de Joe Arpaio durante su vida de adulto.

“Cuando una persona aprende que no tiene otro modelo que él mismo, esta percepción de la vida perdura, trasciende, se traspasa”, acotó. (“Mi madre murió cuando yo nací, así que fui de familia en familia, pero trabajé duro”. Joe Arpaio.)

Y sostuvo: “desde el punto de vista simbólico la pérdida de la madre representa el menoscabo de los afectos, de los lazos fraternales”. Sánchez insistió en que “así ocurre a nivel de la sociedad contemporánea, la madre provee de cariño y el padre de la fortaleza”.

Es evidente que la vida del Sheriff de Maricopa fue difícil. A lo anterior, el propio Arpaio agregó: “En la Preparatoria yo practiqué todos los deportes; trabajé en la tienda de abarrotes de mi padre; ingresé al Ejército en 1950, cuando cumplí 18 años de edad; (…)”.

Y siguió narrando: “me incorporé en un departamento de policía de Washington, D.C., después en Las Vegas; ingresé después al Buró de Narcóticos, que ahora es conocido como la Administración para el Control de Drogas (DEA); y trabajé por casi 30 años para el Gobierno Federal, combatiendo el tráfico internacional de drogas”.

Según Sánchez, Arpaio aprendió que a partir de su propio esfuerzo, de sus propias necesidades, de sus propias limitaciones él podía ir superándose. Algo bueno, pero que puede generar que “los lazos afectivos, los lazos fraternales hacia otros semejantes se van minimizando, se van volviendo inaceptados para él”.

¿Qué hay con los inmigrantes “in-do-cu-men-ta-dos” y Arpaio?

“Verse o relacionarse con una persona que tiene necesidades, le resultan a él inadecuado, porque él mismo se ve reflejado (padres inmigrantes, “fui de familia en familia”), comentó el experto. Y sentenció: “Un individuo así necesita complementarse, en un círculo donde pueda sentirse de esa manera superior…”.

Por eso, según Sánchez, es muy notoria la marcada discriminación del Sheriff de Maricopa contra los “ilegales”, sobre todo de una manera violenta y agresiva, “hacia seres humanos que tienen el mismo historial que él (inmigrantes italianos = inmigrantes todos), porque él vivió eso”.

Consideró que como Arpaio fue su propio modelo, “porque no tuvo quien lo ayudara o una figura de autoridad que lo protegiera o complementara, él fue su propio complemento.

“El sabe lo que significa ser hijo de inmigrantes y como fue su propio modelo, él ve correcto que esas personas sufran y que se superen a través de ellas mismas”, aseguró. Para luego acotar “Y es más notorio, porque la misma sociedad lo recompensa, o circunstancias sociales que le son permitidas —supremacía blanca de Arizona, Jan Brewer y otros— si existiera una ley que frenara por completo su conducta, tal vez no lo hiciera”.

Joe Arpaio ha vivido en México, Colombia y Argentina, Turquía, ocupando importantes puestos de combate contra el tráfico de drogas. Estuvo a cargo de la DEA en Texas. Encabezó la lucha Federal contra las drogas en Arizona. Y en 1992 alcanzó la posición de Sheriff en el Condado de Maricopa, en la que ha sido reelecto por varias ocasiones.

“Me sorprende que un hombre que pasó tantas necesidades en la vida, de tanta carrera, con nuera y nietos mexicanos, apruebe la SB 1070, y sea tan cruel con los seres humanos”, comentó, Lupe Ochoa. Y concluyó: “Su crueldad continuará hasta que alguien le ponga freno, las personas dignas debemos ponerle freno”.

Se estima que en dos años, Joe Arpaio, ha detenido y encarcelado a más de 33 mil inmigrantes ilegales. Y según el mismo ha dicho “vamos a continuar haciendo lo que hemos estado haciendo”.

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