Duranguito no se vende, se defiende

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Por Brandon Rojas

Una zona que alguna vez fue un lugar próspero, en el que los niños podían jugar de forma libre y segura, ahora se encuentra en peligro de ser demolida. Una residente local, conocida como Antonia “Toñita” Morales, afirma que el municipio planea destruir la comunidad que ella ha visto desarrollarse la mayor parte de su vida.  

Foto por Brandon Rojas, Journalism in July

Foto por Brandon Rojas, Journalism in July

Toñita afirma que por años trabajó y luchó por limpiar su comunidad. “Limpiamos todo esto, quitamos la prostitución, quitamos los rateros. Limpiamos porque queríamos que los niños crecieran en un área limpia y segura y que estuvieran a gusto. Y nosotros pudiéramos pasar nuestra vejez tranquilos como ustedes lo están viendo”, comentó Toñita, quien a sus 89 años de edad aún continúa luchando por su barrio.

Actualmente, la mayor parte de los edificios se encuentran abandonados. Y algunos de los mismos se encuentran vandalizados con mensajes que leen “La verdad prevalece, nuestra historia no está a la venta” y “Sigue el Rastro”.

En el 2015 el cabildo de El Paso presentó una iniciativa de construcción en la que proponía la creación de una arena multiusos, bajo un presupuesto de 180 millones de dólares. Pocos meses después se reveló que el lugar en el que se planeaba llevar a cabo el proyecto sería el área ubicada al sur de la ciudad, conocida como la comunidad de Unión Plaza.

“Están destruyendo en vez de construir”, Toñita reclama. “¿Ahora que están haciendo? Están sacando a toda la gente con engaños, con mentiras y les decían que les iban a dar la gloria y me dejaron a mi sola”, mencionó durante una reciente conferencia de prensa. Realidad reflejada por el creciente número de viviendas abandonadas y desalojadas.

Antonia Morales afirma que los residentes de su vecindad fueron desalojados uno a uno, dejándola casi completamente sola. Toñita responsabiliza al municipio de tomar acciones injustas e ilegales para obtener lo que busca. Usando como excusa de que en la zona de Duranguito ya no hay muchos residentes. Pero firmemente, ella sigue defendiendo sus raíces y las viviendas.  

Miembros del grupo “Paso del Sur”, organización comunitaria que ha defendido el Barrio Duranguito desde que se anunció el sitio destinado para la arena, han dado respaldo a Antonia en su misión de defender el área.

Yolanda Leyva, representante del grupo Paso del Sur advierte que existe un largo historial de abuso emocional y psicológico impuesto sobre los residentes de Duranguito, generado principalmente por los dueños de las propiedades residenciales.

Un ejemplo que el grupo propone es el de Alejo Restrepo, dueño de gran parte de las propiedades alrededor de la calle Chihuahua, quien recientemente fue acusado de agredir a la activista paseña Rosemary Martínez durante un altercado.   

“Este es un hombre que le ha permitido a sus empleados acosar a los residentes de esta área con el conocimiento del municipio. Yendo de puerta en puerta diciéndoles que se tienen que mudar y mostrándoles contratos que leen “Ciudad de El Paso” en la parte de arriba; diciéndoles que tienen que firmar para ser reubicados”, apunta.

Leyva explica que algunos propietarios utilizan tácticas para presionar a los residentes para abandonar el área. “Hace unos días nos enteramos que han estado llamando a los residentes a la una y a las tres de la madrugada”.

Además, afirma que Restrepo ha tramitado y recibido permisos para demoler varios edificios de la zona incluyendo la academia de arte “Flor de Luna”. Inmueble que especialistas reconocen que calificaría para el registro nacional de sitios históricos.

Mientras tanto, la lucha por defender Duranguito continua, y todo parece indicar que tanto Toñita como el resto de los últimos residentes estarán solos en su defensa. Toñita es una mujer perseverante que no se dará por vencida hasta lograr ver que los planes de demoler su comunidad hayan sido descartados y su vivienda preservada.

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