Mexicano busca regresar a Grandes Ligas

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EL PASO – Son nueve los jugadores nacidos en México que actualmente forman parte de un equipo de Grandes Ligas. Ramiro Peña, actual parador en corto de los Chihuahuas de El Paso, busca volver a la Gran Carpa y aumentar la cifra, tomando un camino poco común para él. A sus 29 años Pena afronto esta pretemporada sin la certeza de un contrato garantizado, solo uno de ligas menores.

“Fue un poquito diferente (la pretemporada) porque ya tenía varios años con un puesto asegurado en Grandes Ligas”, dijo Peña. “Pero aquí estamos trabajando duro para regresar a Grandes Ligas”.

In English: From Mexico to the majors to the border, Chihuahuas shortstop keeps swinging at big league dream

Nacido en Monterrey, Nuevo León, el béisbol siempre ha sido su gran amor, pues lo llevaba en la sangre. El Norte del país es reconocido como la región en la cual más se practica este deporte, pero México no deja de ser una nación principalmente futbolera. Los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León y los Rayados de Monterrey—ambos equipos de futbol en la Liga MX—dominan el ámbito deportivo en la ciudad regiomontana.

Sin embargo, las porterías y las espinilleras nunca le llamaron la atención. Desde muy pequeño su tiempo lo dedicaba en gran mayoría al diamante.

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Ramiro Peña. Foto por Luis Gonzalez, Borderzine.com

“En realidad nunca me llamó la atención el futbol”, dice Peña. “Yo era feliz con un guante y una pelota, siempre pegándole a la pared”.

Siguiendo los pasos de su papa, que nunca jugo profesionalmente pero si le inculcó el amor por el deporte y la importancia del trabajo, desarrolló sus cualidades y comenzó a ver frutos.

El que Peña, derecho por naturaleza, pueda batear de ambos lados del plato es un testamento al tipo de trabajo que siempre ha desarrollado. Desde que pudo cargar un bate, cada vez que iba al plato alternaba lados y hoy tiene una ventaja extra cuando se pone frente a un lanzador.

Después de un par de años jugando en la Liga Mexicana con los Sultanes de Monterrey, Peña y su talento fueron reconocidos por visores de los Yankees y en el 2005 firmó con una de las organizaciones más importantes en todo el mundo de los deportes.

A los 19 años Peña no llego directo a la cancha de Yankee Stadium. Tuvo que esperar cuatro años, mientras pasaba por las sucursales de ligas menores de la franquicia, para ponerse el uniforme legendario, pero una vez que lo hizo valla primer año que tuvo.

Durante los cuatro años que estuvo en ligas menores, Peña siguió mostrándose y dando de qué hablar al punto de ser reconocido como uno de los jugadores con más promesa. En el 2008, mientras jugaba para el Trenton Thunder de Doble-A, fue elegido al juego de futuras estrellas.

“Fue una experiencia muy bonita haber jugado en el viejo Yankee Stadium”, Peña dijo. “Lo disfrute mucho”.

No pasó mucho tiempo después de su primera aparición en el viejo Yankee Stadium para volver a estar ahí, ahora si, como parte de los Bombarderos del Bronx.

Debutó el 6 de Abril del 2009 como corredor emergente y tres días después conecto su primer imparable contra los Orioles de Baltimore. Durante esa temporada Peña fue requerido por el manager Joe Girardi en 69 juegos, en los cuales anoto 17 carreras, conecto 33 hits, incluyendo un vuela cercas.

En un equipo plagado de estrellas como Derek Jeter, Alex Rodriguez, Mark Texeira para nombrar algunas, las oportunidades para el novato mexicano no fueron muy comunes durante el 2009. Sin embargo, su paciencia y trabajo lo llevaron a vivir el sueño de todo pelotero.

Pena no solo llegó a una serie mundial, él y los Yankees levantaron el trofeo más preciado en el mundo del béisbol al vencer a los Phillies de Philadelphia en seis juegos.

“Fue una experiencia muy bonita, el hecho de estar en esa organización”, dijo Peña. “Imagínate, mi primer año en Grandes Ligas y ganar el campeonato fue una bendición. Fue una gran experiencia y eso si nunca se me va olvidar”.

Las oportunidades siguieron siendo mínimas, a pesar de que sus números incrementaron un poco en el 2010. Después de un 2012 en el cual vio acción en solo tres juegos de ligas mayores, Peña se convirtió en agente libre y dejó el Bronx para firmar con los Bravos de Atlanta.

Una lesión en el hombro limitó su participación con Atlanta y tras jugar 50 partidos en 2013 y 81 en 2014, los Bravos lo liberaron.

Así fue como terminó en la frontera experimentando algo nuevo. Peña por primera vez está jugando cerca de su tierra y en frente de su gente.

Firmó un contrato de ligas menores con San Diego, pero al no quedar entre los cuarenta peloteros que registraron los Padres, Peña fue asignado a la filial de Triple-A en El Paso.

“La verdad se siente muy bonito tener el país donde uno creció tan cerca”, dijo Peña. “El calor mexicano siempre está presente aquí”.

Sin embargo y a pesar de su gusto por la frontera, su objetivo sigue siendo claro—volver a Grandes Ligas.

En un equipo joven como son los Chihuahuas, la experiencia y mentalidad de Peña lo han convertido en uno de los líderes del equipo. Esas características, su trabajo y dedicación podrían ser las claves para que pronto lo veamos en la televisión jugando en otra ciudad fronteriza, la de San Diego.

“Es un gran muchacho”, comento Pat Murphy, manager de los Chihuahuas. “La gente confía en él, así de simple”.

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