Mexicanos en Exilio – Día 4 de pedalear por la paz y justicia – 322 kilómetros a Marfa

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Las prótesis de Carlos han estado raspando su piel, provocando dolorosas quemaduras. (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

Las prótesis de Carlos han estado raspando su piel, provocando dolorosas quemaduras. (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

Nota del editor – En el 2011, un grupo de narcotraficantes en el estado de Chihuahua comenzó a extorsionar a Carlos Gutiérrez por la cantidad mensual de 10 mil dólares.  Al verse incapaz de cumplir, Gutiérrez fue atacado. El 30 de septiembre del mismo año, hombres armados le laceraron ambas piernas dejándolo por muerto. Gutiérrez junto con otros individuos que, al igual que él buscan refugio, forman parte del grupo “Mexicanos en Exilio” han organizado un recorrido en bicicleta desde El Paso hasta Austin en contra de la violencia y la corrupción en México con el propósito no solo de educar al pueblo norteamericano, si no también de educar a los líderes políticos.

Todos nos estamos sintiendo un poco estresados. Las prótesis de Carlos han estado raspando su piel, provocando dolorosas quemaduras. La prensa llama sin parar, y el acceso al internet es irregular. La respuesta a esta historia ha sido surrealista, increíble, sobre todo si tomamos en cuenta lo pequeño que es  nuestro equipo. en total somos siete personas y un perro.

Las prótesis de Carlos han estado raspando su piel, provocando dolorosas quemaduras. (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

Las prótesis de Carlos han estado raspando su piel, provocando dolorosas quemaduras. (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

Carlos, Bennett, Fernando y Víctor son los ciclista y ya son inseparables. Es una amistad sencilla y sin condiciones que es común en la niñez pero rara vez en los adultos.

Conduciendo por delante en una camioneta Dodge del año 1990 va el suegro de Bennett, Joe, que para cada 10 kilómetros para asegurarse de que tienen suficiente agua, alimentos y medicinas.

Joe es un científico jubilado de California, un hombre alto y desgarbado, con una larga barba gris. Su mejor amigo es un chihuahua blanco rescatado de las calles de Los Ángeles que se llama Charlie. Charlie es un perrito dulce, pero nos da la sensación de que él piensa que estamos locos.

Por último, estamos Jacqueline y yo. Jacqueline es una fotógrafa talentosa y diseñadora de páginas web. Yo también formo parte del equipo, escribo el blog y organizo eventos a lo largo del camino. Nosotros llegamos al destino antes que los ciclistas para que se puedan enfocar en la pedaleada y no en los detalles de la campaña.

Llegamos a El Cósmico un campamento/hotel  pequeño pero bonito en Marfa y nos instalamos en el lobby para trabajar.

La prensa no paraba de llamar, pero no podían sacar sus entrevistas porque los ciclistas se habían retrasado mucho debido a los problemas con las piernas de Carlos y un viento fuerte que empujaba contra ellos mientras intentaban pedalear. Una llovizna y tres periodistas les dieron la bienvenida. Carlos sonrió pero se veía cansado.

Después de la entrevista, teníamos hambre entonces subimos a la camioneta de Joe y fuimos a uno de los pocos lugares que aún estaba abierto a esa hora. Era más elegante de lo que esperábamos, pero los olores que emanaban de la cocina nos obligaron a quedarnos.

Empezamos a platicar con una pareja sentada junto a nosotros. Obviamente no éramos de Marfa. En poco tiempo nos enteramos que habían vivido en la frontera de Matamoros y entendían la realidad de la violencia en la frontera norte.

El Cósmico nos hospedó generosamente . (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

El Cósmico nos hospedó generosamente . (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

La señora empezó a llorar y antes de irse nos desearon buena suerte. Unos minutos más tarde la mesera se acercó y nos informó que ellos habían pagado por  nuestras cenas. Después de todo lo que hemos vivido a veces nos resulta difícil creer en la bondad humana, pero aquí estaba muy presente. Nos conmovió mucho. Carlos casí llora.

Volvimos al camping con los corazones y estómagos llenos. Los cuatro ciclistas se metieron a dormir en la misma tienda de campaña. La noche estaba muy fría y el calor de sus cuerpos los ayudó a soportarlo. Joe y Charlie se acurrucaron en la camioneta como de costumbre, mientras Jacqueline y yo temblábamos de frio bajo otra carpa . Al día siguiente íbamos a descansar.

Día 4 – Halloween

Dedos congelados y la promesa de café caliente nos saca de nuestras carpas temprano. Carlos y yo nos alistamos y apenas tenemos tiempo para comer unos deliciosos huevos revueltos de Joe antes de una entrevista con la Radio Pública de Marfa.

Es una entrevista intensa de 40 minutos que se complica porque estoy intentando  interpretar y ser entrevistada simultáneamente. Cuando termina, Carlos y yo respiramos profundamente y nos reímos nerviosamente, pero todo el mundo es muy amable y nos aseguran que todo salió muy bien.

Regresamos a El Cósmico y nos topamos con Carlos Spector, abogado de inmigración y fundador de Mexicanos en Exilio trayendo más cobijas y herramientas para arreglar las prótesis de Carlos, “Para el hombre robot”, dice alegremente. Nos reímos y Carlos empieza a trabajar, siguiendo cuidadosamente las direcciones de Eddy, su experto en cuestiones de prótesis.

Joe conduce una van Dodge azul de 1990 y hace paradas cada cinco millas para asegurarse que los ciclistas del equipo tengan suficiente comida, agua y medicamentos. (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

Joe conduce una van Dodge azul de 1990 y hace paradas cada cinco millas para asegurarse que los ciclistas del equipo tengan suficiente comida, agua y medicamentos. (Jacqueline Armendariz Reynolds/Borderzine.com)

El grupo se separa. Los ciclistas, menos Carlos exploran la ciudad en bicicleta y nosotros vamos a la estación de radio para más entrevistas y un almuerzo que Food Shark, un restaurante ambulante, había donado.

Llegamos justo en el momento que un flash mob de niños vestidos como zombis comienzan a bailar al compás de Thriller de Michael Jackson. Carlos se ríe y dice, “es como estar en una película”, y por alguna razón que aún no entiendo muy bien me siento  llorosa.

Los niños son chistosos y adorables y nos acomodan  en la plaza para un delicioso plato de puerco y frijoles. Marfa es pueblito bien chiquito y vemos a casi todos sentados en la plaza. El Cósmico tiene una fiesta de Halloween programada y hacemos planes para ver a nuestros nuevos amigos esa noche.

Había sido un día fresco y lleno de sol, pero cuando cae el sol es necesario ponerse una chamarra. El Cósmico se llena de niños disfrazados de brujas y superhéroes que vienen a pedir dulces y los ciclistas van para el centro para comprar disfraces.

No tienen mucha suerte porque solo hay una tienda y el pueblo había comprado todo. La fiesta para los adultos se inicia y Carlos se ve súper contento, posando para  fotos y disfrutando el espectáculo que es Halloween en los Estados Unidos.

El cielo está lleno de estrellas y respiramos aire mucho más limpio del que estamos acostumbrados. Desafortunadamente, tenemos que salir muy temprano el día siguiente, así que nos metemos a las carpas antes de que la fiesta realmente empiece. El equipo técnico reza por una mejor conexión al Internet y estamos agradecidos por las almohadas y cobijas adicionales.

En la mañana vendrán de Fox News Mundo además de otros ciclistas que nos acompañarán hasta llegar a Alpine. Tratamos de dormir a pesar de la música y ruido que llena un pueblo que es normalmente mucho más tranquilo.

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