Destino: Georgia

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Nada los detiene. La larga y alta cerca que divide Texas y México ha sido incapaz de parar el flujo de indocumentados ‘al norte’, al igual que el peligroso desierto, las montañas y el Río Bravo. Sin embargo, esta área en El Paso es considerada por la Patrulla Fronteriza entre las más seguras hoy en día. / Mario Guevara

Por Mario Guevara

La frontera entre México y Estados Unidos en Texas se convirtió este año en el área con mayor número de arrestos de indocumentados en EE.UU., superando a la de Arizona, que por dos décadas fue la que más detenciones registró.

MundoHispánico viajó hasta esa zona fronteriza para indagar sobre este fenómeno, especialmente porque una buena parte de los inmigrantes que tratan de cruzar ilegalmente planean llegar a Georgia y los estados vecinos, según reportes de las autoridades federales.

“Muy pocos son los que buscan quedarse aquí, porque la mayoría creen que tendrán mejor oportunidades de hallar trabajo yendo más hacia el norte”, aseguró a este medio Ramiro Cordero, uno de los portavoces de la Patrulla Fronteriza en Texas y quien está destacado en El Paso.

Una de las personas que venían rumbo a Georgia y que fue descubierta recientemente atravesando la frontera en busca del ‘sueño americano’ fue Reina Martínez, de 20 años.

La joven nativa de El Salvador llevaba un mes presa en un centro de detención en Texas, hasta que Inmigración le concedió la libertad bajo la condición de comparecer ante un juez.

Martínez arribó a Atlanta el pasado fin de semana y se reencontró con su hermano mayor, quien le costeó su viaje para salvarla del acoso de las pandillas que sufría en su país.

Otros inmigrantes, como Joan Abarcanava y Félix Díaz, no tuvieron la misma suerte que la salvadoreña.

Este par de mexicanos, cuyos parientes los esperaban en Georgia, vieron morir la esperanza de estar juntos luego de que los atraparan cruzando el Río Bravo en Laredo y que los deportaran.

Cumpliendo su misión

La Patrulla Fronteriza concedió a MundoHispánico un recorrido a lo largo de la frontera que sus oficiales vigilan las 24 horas del día y durante todos los días del año, buscando frenar el cruce ilegal de personas.

Cordero dijo que el hecho de que últimamente haya más inmigrantes tratando de ingresar ilegalmente al país por medio de la frontera de Texas no significa que sea una zona frágil o descuidada.

De acuerdo con el vocero, el incremento reciente en las cifras de aprehensiones demuestra que el trabajo de la Border Patrol ha mejorado considerablemente y que hoy en día tienen más control que antes sobre esa área.

Las innumerables herramientas tecnológicas que les ha provisto el Gobierno, el aumento en el número de oficiales y la continua capacitación a la que todo el personal es sometido han sido claves en esta importante tarea de vigilancia, explicó Cordero a este periódico.

“Además de que tenemos la zona bien vigilada todo el tiempo, el mismo terreno se encarga de ser un obstáculo para los inmigrantes ilegales”, sostuvo Cordero al referirse al árido desierto, las enormes y pedregosas montañas y el Río Bravo, que han cobrado cientos de vidas.

La enorme cerca de acero que divide a ambas naciones en esa área también representa un reto para los inmigrantes indocumentados que anhelan llegar ‘al norte’, además de los retenes que la Patrulla Fronteriza tiene todo el tiempo en carreteras interestatales.

Y también están los operativos especiales como la Operación Bloqueo que comenzó en El Paso a mediados de la década de los 90 y que obligó a los indocumentados a buscar alternativas para cruzar, en su mayoría más arriesgadas.

¿Está segura la frontera?

El tema de la seguridad fronteriza es uno de los argumentos más fuertes que por años ha impedido que el Congreso estadounidense apruebe un proyecto de reforma migratoria que sacaría de las sombra a millones de indocumentados.

La pregunta ahora es ¿será posible que un día se logre acabar con el cruce ilegal de inmigrantes?

Las mismas autoridades federales que luchan a diario contra el tráfico de personas a través de la frontera sur no creen que esto sea posible.

Cordero reconoció que por más que se implementen acciones a lo largo de la frontera es imposible de que la gente deje de cruzar ilegalmente.

“En realidad nuestros esfuerzos no son para acabar la inmigración ilegal, sino para hacerles más difícil el cruce”, aclaró. “Solos no podemos hacerlo todo, y es para eso que están las leyes de inmigración y los acuerdos con las agencias de la ley de todos los estados”.

Cordero se refirió a programas como Comunidades Seguras y 287(g), que permite a los agentes estatales procesar a inmigrantes indocumentados que cometen delitos.

“El hecho de que alguien se nos haya pasado no quiere decir que ya se burló de la ley”, aseveró. “Esa persona puede ser aprendida en cualquiera de nuestros controles en las calles o en incluso en otros estados por los policiales locales”.

Cordero dijo que su agencia seguido recibe informes de que un individuo que cruzó ilegalmente la frontera en Texas cayó preso en Georgia u otros estados. “Es un trabajo de equipo el que hacemos”, destacó.

Números crecientes

La frontera de EE.UU. con México en Texas es la única área donde el número de detenciones aumentó en el año fiscal 2013 y superó por primera vez desde 1993 las cifras de Arizona.

Las demás áreas de la frontera entre México y EE.UU. registraron disminuciones significativas en el número de arrestos.

Desde el 1 octubre de 2012 hasta 19 de septiembre de 2013, la Patrulla Fronteriza de Texas detuvo a 225, 548 indocumentados tras cruzar la frontera.

La cifra de detenidos representa un incremento del 80.4 por ciento al total de inmigrantes que fueron aprehendidos en ese mismo lado de la frontera durante el año fiscal anterior.

Los mexicanos representan más de la mitad de esas detenciones, pero su número se ha ido reduciendo con el paso de los años.

Sin embargo, la agencia ha percibido un incremento de arrestos de centroamericanos, sobretodo de salvadoreños, hondureños y guatemaltecos.

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