Con la fotografía creo mis propias obras de arte

EL PASO – No teniendo experiencia alguna dentro del ámbito de la fotografía, mi interés sobre el curso que el profesor David Smith-Soto daba en la Universidad de Texas en El Paso era como el de otro curso cualquiera. Conforme pasó el tiempo, me fui dando cuenta de que cada imagen tiene su propia historia y contiene decenas de aspectos detrás de ella.

Templo Bayon en Angkor Wat, Cambodia. (Cortesía de José Luis Trejo)

Smith-Soto no tardó más de tres semanas en hacerme cambiar la perspectiva que tenía acerca del curso. Primero decidí comprar una cámara que fuera más apta para el curso, y así es como decidí comprar mi Nikon d5000. Una cámara que tiene un sin fin de funciones específicas que acapararon mi atención. Con 12.3 Megapixels, ISO de 200 a 3200, un monitor ajustable de 2.7 pulgadas, video de 720p HD, etc. Fueron tantas las características que no batalle con mi elección.

A la par que avanzaba la clase, fui entendiendo que cada función de la cámara tiene un objetivo específico. Desde permitir la entrada de más luz hacia la imagen hasta proporcionar un mayor enfoque.

La necesidad de crear mejores imágenes me fue forzando a ampliar mi colección de accesorios para mi cámara. Otra de mis inspiraciones hacia la fotografía fue uno de mis compañeros de viaje. Benito Magdallena es un fotógrafo profesional brasileño al cual conocí durante el año 2010 en Sudáfrica.

Como fotógrafo profesional, Benito cubrió grandes partidos dentro de la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica. El compartir tanto tiempo juntos me sirvió para reconocer el significado y valor de cada una de sus fotos.

Benito es un amante del futbol profesional y él me comentó que su pasión había nacido desde joven ya que siempre le había gustado estar cerca del deporte. Después de compartir varias semanas juntos como viajeros solitarios alrededor de Sudáfrica, Benito logró hacerme partícipe de su amor hacia el futbol y la fotografía.

Creo que mi pasión hacia la fotografía fue contagiada de cierta manera por la devoción que mi profesor Smith-Soto y mi amigo Benito tienen hacia esta profesión. Así como también por el hecho de poder ser el autor de mis propias “obras de arte”. Siempre he creído que cada imagen es única y al mismo tiempo puede contener mil significados.