‘TENNder Care’ ofrece atención médica a niños sin seguro

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Traducido por Austin Johnson

JOHNSON CITY, Tenn. — Aunque la asistencia médica gratuita está disponible para todos los niños, los niños hispanos son los que menos probabilidades tienen de recibirla en los Estados Unidos. Una razón podría ser que tienden a ser más sanos, pero también podría ser que la barrera idiomática y la falta de transporte llevan a los padres que no hablan inglés a evitar las salas de espera en las clínicas.

Los dos niños de Juanita Luevanos, nacidos en los Estados Unidos, cumplen con los requisitos para recibir “TENNderCare”, un plan de seguro médico financiado por el estado para niños menores de veintidós años. El programa provee chequeos médicos, inmunizaciones, consultas en los hospitales, y asistencia especializada, entre otros servicios. El programa también ofrece un chequeo anual gratuito para niños de tres a veinte años de edad. Pero Luevanos dijo que no fue fácil obtener “TENNderCare” para sus hijos.

“Si no sabes hablar inglés,” dijo ella, “es difícil.”

Children enjoy the child play area at the East Tennessee State University Downtown Clinic in Johnson City, which cares for uninsured patients. (Sloane Trentham/El Nuevo Tennessean)

Niños disfrutan del área de juego de la Clínica del Centro en Johnson City, parte de la Universidad Estal del Este de Tennessee. (Sloane Trentham/El Nuevo Tennessean)

“No tengo asistencia médica para mí misma, pero la tengo para los niños,” dijo Luevanos, quien trabaja en un restaurante en Jonesborough.

La situación de Luevanos no es inusual. La Clínica del Centro de Johnson City (Johnson City Downtown Clinic), ofrece una solución para las personas sin seguro, sin hogar, y para la población inmigrante.

“Nos dimos cuenta muy temprano de que trabajaríamos con la comunidad hispanohablante y que eso requeriría intérpretes,” dijo Sue Reed, directora y enfermera profesional de la clínica, parte de la Universidad Estatal del Este de Tennessee (ETSU).

La Clínica del Centro de Johnson City, una agencia de salud financiada federalmente, envía intérpretes a doctores especializados para cubrir citas de niños con padres que no hablan inglés.

“Verdaderamente, ha abierto la puerta a niños que necesitan recibir asistencia especializada,” dijo Reed.

Claudia López, enfermera de salud pública del Departamento de Salud del Condado de Washington, dijo que aprender otro idioma lleva tiempo.

“La persona primero comienza a entender el idioma,” dijo ella. “Pero hablarlo, es más difícil. La persona quiere decir muchas cosas, pero no sabe las palabras.”

López, quien frecuentemente realiza visitas a domicilio, mencionó una razón menos obvia por la que tal vez los niños no reciben asistencia médica: la falta de transporte. A veces los padres no tienen manera de ir a una cita porque no tienen un vehículo disponible. López lo atribuye a diferencias en el estilo de vida. En países como México, dijo ella, para algunas familias es normal que el hombre vaya a trabajar en el único auto familiar mientras que la mujer se queda en casa o nunca aprende a conducir. Para ir a otros lugares, estas mujeres caminan o utilizan el transporte público.

“El sistema de transporte público en los Estados Unidos es más complicado,” dijo López. “Al principio estas madres tienen miedo, pero con el pasar del tiempo se hacen más independientes. Logran adaptarse al sistema y llevar a los niños a las citas.”

Aunque tal vez no lo sepan muchos padres, “TENNderCare” ofrece transporte para asistir a las citas médicas. Mientras que la barrera idiomática y la falta de transporte entorpecen el asistir a las citas médicas, otra razón por la cual los hispanos tienen menos probabilidades de recibir asistencia médica podría estar relacionado con el hecho de que no necesitan atención médica muy seguido.

Según La Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud del 2008, los niños hispanos son menos propensos a las alergias respiratorias, de alimentos, o de piel. De acuerdo a los resultados, ellos también tenían menos probabilidades de estar tomando medicaciones diarias.

Según la misma encuesta, el for por ciento de los niños hispanos sufrían de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), en comparación al 9 por ciento que eran de raza negra, y al 10 por ciento que eran blanca no hispana.

Las estadísticas muestran que los niños hispanos son menos propensos a tener problemas de salud y es menos probable que sean pacientes habituales del mismo centro médico. Según la Campaña para la Asistencia Médica para Niños, tener un proveedor habitual de asistencia médica está relacionado con una buena salud. Eso garantiza que alguien conozca el historial médico del niño y que esté al tanto de las fechas de sus inmunizaciones, y también fomenta confianza entre el doctor y el paciente.

Se han realizados algunos estudios sobre la “Paradoja Hispana,” afirmando que los hispanos son más sanos que los no hispanos a pesar de sus condiciones socioeconómicas, en general, más bajas. Este descubrimiento contradice otros estudios que muestran que las clases sociales más bajas tienden a ser menos sanas que las clases sociales más altas. Estos estudios afirman que la paradoja no existe.

“Algunas personas de otros países vienen aquí para tener una vida mejor,” dijo López. “También son humanos. Tienen niños. Espero que haya una solución en el futuro. Pienso que no es bueno que no tengan asistencia médica. Pero así son las cosas.”

Para mayor información sobre como recibir transporte para ir a las citas médicas, llame a “TennCare Select of Tennessee” al (800) 263-5479.

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Nota del editor: Esta historia fue publicada previamente en El Nuevo Tennessean

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