Mi experiencia en Puerto Rico

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Con la colaboración de Eduardo Villanueva.

RÍO PIEDRAS, Puerto Rico — Desde hace cinco meses, me encuentro de intercambio en Puerto Rico. Yo estudio Publicidad y Fotografía en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP). Estoy viviendo en Río Piedras que es una “delegación” (podríamos llamarla así) de San Juan, que es la capital de Puerto Rico. La universidad en la que estoy estudiando es la Universidad de Puerto Rico Recinto Río Piedras (UPRRP), o la UPI como es conocida acá.

Desde hace aproximadamente seis semanas mi escuela está en huelga. Esto quiere decir que desde hace tres semanas no tengo clases. Mi temor era el no saber que pasaría con mis clases y con mis calificaciones, pero mis maestros me dijeron que no me preocupara por eso, que sólo con entregar una serie de trabajos por Internet solucionaría las cosas. Esto para mí fue un alivio, pero después de pasar tres semanas sin ir a la escuela, siento que no tengo motivo por el cual seguir aquí.

Yo apoyo las razones por las cuales se está haciendo la huelga —la administración quiere hacer las exenciones de matrícula y las becas mutuamente exclusivas, además de reevaluar los criterios para las exenciones de matrícula (lo que significa arrebatarle este privilegio a muchos que disfrutan de éste), subir el precio de cada crédito o crear una cuota extra a los estudiantes, y reducir el ofrecimiento de clases de verano (pensaban prácticamente eliminarlo para este año).

La universidad fue tomada por los estudiantes el 14 de Abril y la policía estatal no tiene acceso a ésta. La rectora, Ana Guadalupe Quiñones, quiere que la fuerza de choque, conocida también como fuerzas tácticas o en inglés “SWAT teams”, tome la universidad y se pueda volver a clases, entre otras cosas.

Los estudiantes se han declarado pacifistas y no quieren que haya violencia alguna. Además, debido a una política de la universidad establecida por la pasada rectora, llamada la “política de no confrontación”, la policía estatal tiene tajantemente prohibido el agredir a los estudiantes a menos que estos confronten físicamente a la policía. Lo que no puedo creer es que las propias autoridades y tanto la administración universitaria como el gobierno son quienes quieren acabar la huelga por medio de violencia y represión. Según dijo la presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, a los dos días del paro y cuando todavía no era oficialmente una huelga, y cito, “la Junta de Síndicos no negocia”. Desde un principio no quisieron negociar con los estudiantes, quisieron hacerlo todo a su manera o, si no, piensan que con violencia resuelven todo.

Me sorprende tanto esta actitud. Un pueblo tan oprimido política y económicamente tanto por la intervención americana (hace ya un año un famoso líder independentista llamado Filiberto Ojeda Ríos, fue asesinado por el FBI lo que se suma al hecho de que Estados Unidos todavía tiene presos políticos puertorriqueños) como por sus gobernantes. Un poco de evidencia de cómo la influencia americana es parte del problema de este país es que Luis Fortuño, el actual gobernador, es republicano y todas las protestas que han ocurrido alrededor del país se deben a que éste ha intentado implementar un esquema económico republicano que ha llevado al despido de miles de empleados públicos y la reducción del presupuesto de la Universidad de Puerto Rico, lo que, entre otras cosas, también provocó el inicio de la huelga. A esto me refiero con que por estas razones, las que dan sus propios líderes (la violencia y no negociación) es la que los tiene así.

Puerto Rico es un lugar hermoso, créanmelo, pero tiene un gobierno que los sumerge y eso opaca toda la hermosura de este lugar. Mi opinión es que es difícil superarse en un ambiente en el que las mismas personas que son las encargadas de llevar la futura generación adelante, son las que la quieren retrasarla muchos pasos atrás. A los estudiantes los pintan de revoltosos, o incluso peor, se trata de adjudicar esta huelga a grupos de extrema izquierda o derecha para restarle legitimidad a la protesta. En los medios, cuando se presentan anuncios pagados por la universidad, o en mensajes que da el gobernador al país se le dice al público general que esta huelga “innecesaria” ha sido causada por minorías de izquierda, grupos con agendas políticas y no por estudiantes, y que sólo una minoría apoya la huelga, la mayoría (según el gobernador y la administración universitaria) lo que quiere es estudiar.

Sin embargo, desde hace años los estudiantes de toda ideología han estado protestando por las medidas tomadas por la administración que hacen que el acceso a la universidad sea cada vez más caro; varios sectores y servicios vitales se han privatizado, e incluso se intentó aprobar un reglamento en el cual se quería establecer un código de vestimenta, se le daba permiso a los profesores a censurar cualquier discurso o disensión política por medio de la expulsión del estudiante culpable entre otras medidas represivas, y aunque se protestó vigorosamente por cada una de estas injusticias, la administración continuó haciendo lo que quiso porque nunca se sintieron en deuda o amenazados por los estudiantes y porque no se había implementado la huelga como medida de protesta.

No fue hasta que sucedió lo antes explicado con la certificación 98 que los estudiantes decidieron que esa era la gota que derramó el vaso y que no quedaba otra alternativa para que el estudiantado fuera escuchado excepto la huelga. Usando las palabras de mi compañero y colaborador en esta historia, Eduardo Villanueva, estudiante de filosofía y música de la UPRRP, que dice: “Personalmente yo estoy convencido de que no se puede confiar en la ‘buena fe’ de la administración porque si en algún momento dudé de que los estudiantes dijeran que no tenía buena fe la administración, demostraron desde el primer día no se puede confiar en que respetaran a los estudiantes como iguales ni que verdaderamente tienen en mente los mejores intereses de los estudiantes.”

Y ahora, si los estudiantes están haciendo lo único que les queda por hacer, y las autoridades no quieren negociar, ¿qué más se puede hacer?

Universidad de Puerto Rico, Río Piedras (Cortesía de karliyaztrellita)

Universidad de Puerto Rico, Río Piedras (Cortesía de karliyaztrellita)

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